La idílica y exitosa historia de Sébastien Ogier con las victorias en el WRC se remonta al Rallye de Portugal de 2010. Hace once años el de Gap, entonces una joven promesa en ciernes del equipo junior de Citroën, se subía por primera vez a lo más alto del podio, logrando así el primero de los 51 triunfos que ha cosechado hasta ahora.
“Es genial volver a Portugal. Es uno de los rallyes más especiales para mí personalmente: fue donde logré mi primera victoria en el WRC en 2010, y también hemos tenido varias victorias desde entonces. Portugal también es un país donde hay una gran pasión por el automovilismo y especialmente los rallyes, y siempre contamos con un apoyo fantástico allí”, comenta Ogier, que hoy ha iniciado los reconocimientos de la prueba lusa.
De hecho, el idilio del siete veces campeón del mundo con Portugal lo convierte, junto a Markku Alén, en el piloto con más victorias en esta cita con cinco entorchados. Si no cambia nada, Ogier se retirará a final de la presente temporada, por lo que posiblemente este fin de semana correrá por última vez en los tramos lusos y, por ende, será su última chance para reinar en solitario el palmarés de ganadores del rallye portugués.
“Esta vez, sabemos que probablemente tendremos que afrontar condiciones difíciles al abrir la carretera, pero Portugal es un lugar donde podemos llover en esta época del año, y eso es siempre lo que esperas en esta situación. De hecho, tuvimos condiciones bastante húmedas durante mi día de prueba previo al evento. Significa que todavía no he pilotado tanto los nuevos neumáticos de tierra de Pirelli en condiciones secas, y sabemos que ser inteligente con la elección de los neumáticos y manejarlos lo mejor posible será una parte importante de este rallye", ha añadido el galo de Toyota, consciente del hándicap que le supondrá abrir pista si los tramos están secos. Aunque la esperanza es lo último que se pierde, a día de hoy las especiales están, en su mayoría, embarradas por las recientes lluvias caídas en los últimos días. Habrá que seguir de cerca la evolución del tiempo, que marcará las opciones al triunfo de Ogier.