Los pilotos nórdicos compiten este fin de semana en un territorio familiar. Unos pocos kilómetros al sur de sus países se encuentran las también vertiginosas pistas de Estonia. La naturaleza de las especiales es idéntica. La valentía y la ausencia de errores, dos elementos fundamentales en la lucha por la victoria. La única diferencia se corresponde con la solidez del firme. En el báltico se abren las carreteras y se forman roderas.
La blanda grava estonia añadirá una dificultad extra a los participantes de la división de bronce. Mientras en la categoría reina solo lamentarán esa alteración del terreno en la segunda pasada, los Ford Fiesta Rally3 que conforman la inscripción de WRC3 lidiarán con ellas en todo momento. Los pinchazos son una amenaza real. Si un fallo de cálculo en una frenada ocasiona daños importantes, imagine lo que causa una rueda dañada.
Los finlandeses Sami Pajari y Lauri Joona parten como claros favoritos. El vigente campeón de WRC Junior lidera el certamen, pero su ventaja sobre su compatriota está abultada por el número de eventos en el que ha tomado la partida. El joven Roope Korhonen se suma a los habituales en el que será su estreno mundialista. El irlandés William Creighton y el keniata McRae Kimathi cierran la nómina de concurrentes.