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Retorno triunfal de Sébastien Ogier a Citroën con victoria en Monte-Carlo

El francés bate por tan solo 2,2 segundos a Thierry Neuville, siendo su sexta victoria consecutiva en la prueba alpina

27/01/2019 | David Durán | Fotos: Red Bull Content Pool | Leído: 5915

Twitter (@TheDDuran)


Sébastien Ogier ha triunfado en un final de infarto para llevarse por sexto año consecutivo (y séptima en su carrera deportiva) el Rallye de Monte-Carlo, su prueba de casa y primera del calendario del Campeonato Mundial de Rallyes. Thierry Neuville se ha quedado en segunda posición a apenas unos segundos mientras que Ott Tänak ha logrado remontar hasta conseguir la tercera posición por delante de Sébastien Loeb y Jari-Matti Latvala.


Casi todos los pilotos escogieron una monta compuesta por super blandos y clavos para el primer tramo del rallye, siendo la alternativa Neuville dejando los clavos en el maletero y montando cuatro super blandos. Ogier y Tänak fueron batallando parcial y parcial, pero de manera paulatina Neuville perdía segundos tan pronto llegaba a las zonas en las que había más nieve y hielo, acabando el tramo a más de 16 segundos. Latvala, con cuatro neumáticos de clavos, tampoco dio en el clavo (sobre todo con los reglajes, fue demasiado blanco) y se dejó más de 35 segundos.


Tänak, parando el crono en 13:02.0,
 fue capaz de batir a los dos Sébastien campeones mundiales que eran quienes más se le acercaban, por delante de Neuville, Jari-Matti Latvala, Esapekka Lappi, Andreas Mikkelsen o Elfyn Evans, cuyo compañero Teemu Suninen cometía un error en la primera parte del tramo y se salía de la pista – minutos después lo haría uno de sus compatriotas, Kalle Rovanperä. Meeke llegaría por detrás de Loeb, marcando el segundo mejor tiempo a tan solo cinco segundos de su compañero de equipo estonio.


El segundo tramo presentaba unas condiciones diferentes en las que Neuville pudo aprovechar su apuesta arriesgada de montas. El belga marcó el scratch con solvencia, sacándole más de 10 segundos a Ogier y Tänak mientras que Loeb se dejaba 44,5 segundos y Meeke más de un minuto (sufrió un pinchazo en la parte final). Los que apostaron por clavos sufrieron mucho en este tramo. Al final de la jornada del jueves Tänak era líder por 9,1 segundos sobre Ogier y 14,3 sobre Neuville, marcando los tres una clara diferencia con el resto del pelotón de pilotos de la máxima categoría. Lappi se situaba cuarto a 45 segundos con Latvala y Evans a su estela mientras que Meeke, Loeb, Mikkelsen y Tidemand completaban las 10 primeras posiciones.

 

La mala colocación del publico provocó la cancelación del TC-3, siendo la primera vez que ocurre en toda la temporada. Esto afectó a los pilotos que, viendo las temperaturas que bajaban de los 10 grados bajo cero, optaron por montar cuatro neumáticos de clavos dado que el siguiente tramo se celebró casi hora y media más tarde. Para entonces, las condiciones eran mucho más de asfalto seco, por lo que los neumáticos slick eran la opción óptima.


Esta situación fue idónea para los pilotos Hyundai, en particular un Neuville que tenía más agarre que sus rivales directos (Ogier y Tänak) y parcial a parcial era unas décimas de segundo por kilómetro más rápido. Aunque en la parte final del tramo ya perdía algo de agarre, lograba adelantar tanto a Tänak como a Ogier para colocarse líder del rallye. No obstante, quien amenazaba por detrás era la leyenda alsaciana: Loeb le arrebataba el scratch a Neuville por medio segundo (pese a llegar con el neumático trasero izquierdo pinchado) y saltaba al cuarto puesto, con el punto de mira puesto en el podio.


A diferencia del TC-4, el TC-5, último de este bucle matinal, tenía zonas con mucha nieve en la que los pilotos tenían que gestionar sus neumáticos con cuidado (ya no solo por llevar los slicks o los de clavos, sino por el desgaste en sí). Ogier logró marcar el scratch frente a Neuville, Latvala, Mikkelsen y Meeke mientras que Loeb y Tänak cedían algo más de tiempo. Al final del bucle matinal Neuville mantenía el liderato de la prueba por 3,4 segundos sobre Ogier mientras que Tänak, tercero, se situaba a 16,9 de la cabeza. Los compañeros de equipo de Neuville, Loeb y Mikkelsen, ocupaban la cuarta y quinta posición mientras que Latvala, Esapekka Lappi, Elfyn Evans, Kris Meeke y Pontus Tidemand completaban las diez primeras posiciones.

 

El TC-6 fue el que empezó la tarde y fue un tramo de un puro Monte-Carlo: asfalto seco y nieve resbaladiza en apenas unos kilómetros, lo que hacía que la elección de montas fuera comprometida en cualquiera de las posibles combinaciones. Ogier no acertó en esta ocasión e iba cediendo segundos en cada parcial. Neuville cometió un error cerca de la salida, yéndose largo en una curva de izquierdas – salió hacia un camino diferente, dio la vuelta y prosiguió, perdiendo en meta solo dos segundos con Ogier.


El compañero de equipo de Ogier, Esapekka Lappi, salió peor parado ya que en la segunda mitad del tramo tuvo un golpe con una roca que dobló el eje delantero provocando daños que le costaría el abandono. En un tramo complicado donde pilotos como Evans, Loeb o Kris Meeke perdieron algunos segundos, Ogier y Latvala marcaron un scratch conjunto con Andreas Mikkelsen tercero a tan solo cuatro décimas.


Ogier dio un golpe de efecto en el TC-7, pues gracias a su elección de neumáticos pudo sacarle más de 15 segundos a Neuville. Tänak dio un golpe de otro tipo, pues al comienzo del tramo pinchó el neumático delantero izquierdo, perdiendo dos minutos al verse obligado a cambiarlo – su compañero de equipo Meeke tuvo un problema similar 
minutos más tarde, perdiendo aún más tiempo con una llanta rota.


En un tramo con tanto drama Loeb marcó su segundo scratch del día con el que lograba remontar hasta la tercera posición de la general al rebasar a los tres Toyota y a Mikkelsen. Ogier se convertía en líder del rallye, teniendo la misión de frenar el avance de los Hyundai ya que Neuville era segundo, Loeb tercero y Mikkelsen cuarto, si bien el alsaciano y el noruego estaban a más de un minuto de la cabeza de carrera. En el último tramo del día, que también mezclaba asfalto con zonas de hielo, Ogier trató de mantener la compostura pese a que no le quedaban clavos, momento que aprovechó Neuville para recortar toda la distancia que les separaban. Aquí Loeb no se vio favorecido por la monta, perdiendo 22 segundos con Neuville.


De este modo Ogier y Neuville terminaron el día separados por apenas 2 segundos, destacados del resto de pilotos por más de un minuto de diferencia. Mikkelsen terminó el día en tercera posición seguido de Latvala y Loeb, estos tres unidos en poco más de ocho segundos. Elfyn Evans, Tänak, Meeke, Yoann Bonato y Gus Greensmith completaban las diez primeras posiciones.

 

La segunda etapa la abrían los pilotos de M-Sport Tidemand y Suninen así como Lappi en su Citroën, seguido por el resto de pilotos WRC en orden inverso al de la clasificación del rallye. Tidemand tuvo que cambiar una rueda mientras que Lappi se vio obligado a abandonar de manera definitiva, terminando su primer rallye con Citroën con un 0 en su casillero. Tänak marcó el scratch por delante de Meeke y Ogier, quien lograba aumentar su renta de segundos con respecto a Neuville en la clasificación general mientras que Andreas Mikkelsen se quedaba fuera de carrera después de que en un error en la última curva del tramo arrancase la rueda trasera izquierda.


Si Lappi y Mikkelsen quedaban fuera de juego en el TC-9 (quien se quedaba fuera en la segunda etapa no podía reengancharse para la última etapa en Rally2, una particularidad del Monte-Carlo), en el TC-10 era Elfyn Evans quien se salía en los primeros kilómetros, dejando a M-Sport en una mala posición sobre todo de cara al campeonato de constructores. Tänak marcó un tiempo espectacular, batiendo a Ogier, Neuville, Latvala y un Loeb que calaba en la salida, perdiendo el tiempo suficiente como para que el finés de Toyota le birlase el tercer puesto. Al final este primer y breve bucle Ogier mantenía el liderato por 5,3 segundos de ventaja sobre Neuville, situándose Latvala tercero a 1:45, Loeb cuarto a 1:50 y Tänak quinto a casi dos minutos y medio. Meeke ocupaba la sexta plaza por delante de los pilotos R5 que completaban las diez primeras posiciones: Greensmith, Bonato, Sarrazin y de Mévius.

 

El segundo bucle comenzó de manera tranquila, con todos los pilotos completando un tramo de asfalto seco por las carreteras alpinas con una jerarquía similar a la que se había visto unas horas antes. Tänak continuó con su ritmo para acercarse a los puestos de podio, algo importante para Toyota ya que Jari-Matti Latvala perdía la tercera posición, que recaía una vez más en manos de Loeb. Neuville conseguía arrancarle más de un segundo a Ogier, reduciendo la diferencia a poco más de 4 segundos.


De cara a la recta final del rallye se veían dos peleas claras: la de Ogier y Neuville por la victoria y, a sus espaldas, la de Latvala, Loeb y Tänak por el último cajón del podio. En el TC-12, último tramo de esta segunda etapa, el oriundo de Gap fue dos décimas más rápido que su rival belga mientras que Tänak logró un nuevo scratch, acercándose tanto a Loeb como a Latvala para luchar por el tercer puesto.


Ogier terminó la etapa con una renta de 4,3 segundos con Neuville para los cuatro últimos tramos de este primer rallye del WRC 2019, con Loeb y Latvala separados por 2,3 segundos, acechados ambos por la sombra del estonio de Toyota. Meeke se situaba en sexta posición lejos de los de delante mientras que Gus Greensmith, Yoann Bonato, Stéphane Sarrazin y Guillaume de Mévius completaban el Top 10.

 

La pelea en la última jornada del rallye se resumía en dos pasadas por el Col de Turini y el Col de Braus, con zonas heladas que pronto dejaban paso a una carretera en buenas condiciones, tanto que algunos World Rally Cars alcanzaban los 190 kilómetros por hora en el Turini. Tänak lograba marcar un scratch que le dejaba a cinco segundos del podio mientras que Neuville conseguía morderle un segundo a Ogier, reduciendo la diferencia entre ambos a 3,3 segundos.

 

En el Col de Braus, que horas más tarde sería el Power Stage, la tónica se mantuvo con Tänak marcando el mejor tiempo, siendo suficiente para adelantar al mismo tiempo a Loeb y a Latvala y así situarse tercero. Al frente, Ogier y Neuville continuaban con la lucha por la victoria con el belga reduciendo la diferencia en apenas una sola décima pese a que tenía problemas de frenos y estaba gestionando diferentes mapas de potencia en su Hyundai i20 Coupé WRC.


Meeke marcó un tiempo sensacional con su Yaris WRC para asegurar los 5 puntos máximos del Power Stage mientras que Latvala y Loeb terminaron con su lucha, logrando el francés el cuarto puesto por apenas 1,7 segundos. Ese margen fue el mismo por el que Ogier consiguió batir a Neuville en el tramo, asegurando su primer triunfo de la temporada y el primero nada más regresar a Citroën Racing por tan solo 2,2 segundos sobre Neuville.


Ogier consigue en su casa la sexta victoria consecutiva por delante de Neuville y Tänak
, con Loeb, Latvala y Meeke logrando valiosos puntos para sus respectivos equipos en el campeonato de constructores – Hyundai lidera con 30 puntos por delante de Toyota y Citroën, que empatan a 25, y M-Sport con 14 puntos en cuarta posición. Greensmith terminó séptimo (además de ser ganador en WRC2Pro) por delante de Bonato (ganador en WRC2), Sarrazin y Fourmaux.



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