Con el reglamento de 2027 para el Mundial de Rallyes, no es que existan infinitas posibilidades, pero sí muchas más. Se abre la puerta a que compitan coches con carrocería hatchback, sedán, SUV o incluso coches ‘a medida’ no muy diferente de la idea del Grupo B. También se va a crear un marco donde, a priori, deberán convivir coches de combustión interna como hasta ahora, híbridos (con lecciones aprendidas, esperemos, de los Rally1 híbridos) y eléctricos, como hemos visto en el Mundial de Rallycross. También con lecciones aprendidas, dicho sea.
¿Cómo se equilibrará todo esto? Buena pregunta… que se responderá otro día. La cuestión es, con esta premisa, es posible que más marcas o grupos automovilísticos pudieran interesarse por un marco normativo en el que desarrollar tecnologías y/o tener en el WRC un espacio donde explotar sus posibilidades a nivel de marketing, siempre y cuando se resuelvan o reajusten precisamente ese gran problema de retorno de inversión que tiene el WRC. Pero, ¿qué marcas?
Esto es, por supuesto, conjetural, ni tan siquiera una hipótesis, pero plausible a fin de cuentas. No olvidemos que precisamente Revista Scratch fue quien lanzó la hipótesis del Ford Puma como coche de rallyes nada más lanzarse al mercado en 2019, siendo en efecto el reemplazo del Fiesta para la normativa Rally1 en 2022.
El avance de las marcas chinas en Europa, con marcas como BYD, GWM, MG, Dongfeng, Skywell y todas sus subsidiarias y submarcas que parecen no tener fin (en su mercado local, son cientos de marcas), si bien por ahora su cuota de mercado conjunta en Europa sigue siendo reducida, por el momento al menos. El reclamo de un campeonato como el WRC es evidente, además de patrocinar grandes eventos (caso de BYD con la Eurocopa 2024).
Si bien el mercado chino se orienta más hacia coches híbridos enchufables y eléctricos, especialmente tras 15 años de políticas de su gobierno con una dirección muy clara, la realidad ha sido hasta ahora diferente en las carreras. Pensemos más bien en un coche híbrido teniendo en cuenta que en un coche eléctrico, para ser competitivo en tramo tendría un gigantesco consumo de energía que drenaría las baterías - las cuales suelen suponer no solo más de un tercio del precio del coche, sino también el peso del mismo, con todo lo que ello implica.
A la velocidad a la que se está desarrollando la tecnología, el estado de la tecnología para un coche de competición para 2030 (léase, un prototipo a efectos prácticos) puede ser muy diferente de lo que nos imaginamos hasta ahora - no tanto para 2027 dado que el estado de la tecnología no va a variar tanto conforme lo que veamos en el mercado. Ahora bien, el reglamento del WRC de 2027 estaría en vigor, en teoría, unos 10 años, garantizando una estabilidad normativa. De modo que la tecnología puede estar ahí, ya sea para una marca china o, por qué no, una firma europea con un socio chino, como se están desarrollando muchos coches eléctricos para el mercado.
Pongamos este ejemplo: el GWM Ora 03 GT. Este galimatías que parece el primo pequeño de un Porsche 911 con ‘influencias’ de Volkswagen ID.4 y spoiler que recuerda a un Mini John Cooper Works se vende en Reino Unido y otras partes del mundo. Parece un hot hatch por su aspecto y podría serlo…excepto que tiene un motor eléctrico de 169 CV idéntico al Ora 03 básico y no tiene ninguna puesta a punto deportiva, ni de suspensiones ni de chasis. Vale unas 33.000 libras (casi 40.000 € al cambio), casi el precio de partida de un Alpine A290 (en Reino Unido parte desde las 33.500 libras) con el motor de 180 CV que sí trae una puesta a punto picante.
¿Lanzaría GWM un coche de rallyes partiendo de este modelo? Seguramente no, como es difícil imaginar casi cualquier coche compatriota suyo en guisa de rallyes. Ahora bien, como tal, y si nos adherimos al hecho de que las marcas pueden usar cualquier propulsor de su repertorio como base, la posibilidad sin duda existe. Otro asunto es que alguna marca china se atreva a diseñar (ya sea un diseño más original o ‘influenciado’ por otros fabricantes) a medida o a medida con silueta. De hecho, este camino sí que es plausible para fabricantes actuales en el WRC dadas las primeras pinceladas de la normativa de 2027.