Veinte euros. Eso es el precio que Sébastien Ogier pagó para inscribirse en el programa francés de talentos llamado Rallye Jeune. A partir de ese momento, el francés ha logrado siete títulos mundiales de pilotos. "Siempre me enorgullece decir que invertí 20 euros para participar en Rallye Jeune y eso me ha llevado hasta donde estoy hoy, así que definitivamente es la mejor inversión que he hecho nunca", confiesa Ogier en el último podcast de WRC Backstories.
Ogier declara durante el podcast cuáles fueron sus inicios en el mundo del motor: "Tenía un tío que competía en autocross en Francia y yo le seguía de pequeño. Mis padres me contaron que estuve allí la primera vez cuando tenía tres meses con un buggy. La pasión por este deporte llegó en ese momento", dijo el vigente campeón de WRC. "Básicamente, de adolescente, los rallyes los veía inalcanzables porque eran demasiado caros, así que el primer sueño fue tener la oportunidad de competir en algunas carreras de autocross como mi tío", añadió.
El piloto de Toyota se tomó su tiempo en explicar la importancia que tuvo su primera victoria en el FIA Junior WRC en México de 2008, pero también han sido muy importantes en su carrera deportiva otros aspectos como ser padre: “Cuando eres joven y empiezas en cualquier deporte siempre estás muy decidido y crees que sólo tus capacidades te llevarán a la cima. Hubo algunos años en los que, sin duda, me costó un poco ser demasiado honesto y directo en mi forma de hablar, pero fue parte del aprendizaje quizás. Ser padre me ha enseñado a manejar mejor mis emociones", dijo Ogier.
En la entrevista de una hora, Ogier también habla de su rivalidad con su compatriota Sébastien Loeb y de cómo ha aprendido a medir sus comentarios: "Hoy sigo siendo muy honesto en mis respuestas, pero a veces, por supuesto, he aprendido a decirlo un poco de mejor manera y un poco más correcto. Aunque sigue siendo un ejercicio difícil manejar tus emociones".