Se puede empezar este artículo de dos maneras. La primera, que el que avisa no es traidor - y los organizadores del Rally de Cerdeña avisaron claramente que había un tramo en particular muy complicado en esta primera etapa. La segunda puede definirse tal que así:
"Es que ahora no se hacen rallies como los que había antes, eran mucho más difíciles"
"Sujétame la Ichnusa"
De entrada, hay que recordar que un rally del WRC no empieza el jueves o el viernes, sino mucho antes: empiezan semanas antes con el visionado y estudio de los vídeos, preparándoselos a conciencia. Luego están los reconocimientos, por supuesto, y más estudio de vídeos. Lo normal es dormir poco - no llegando al extremo de la primera etapa del Rally de Portugal, como ya advirtió con claridad Kalle Rovanperä al final de la prueba.
Para este Rally de Cerdeña se venían cambios con respecto a otras ediciones. Uno estaba en los tramos del viernes, algo distintos a los habituales - y aquí hay que destacar el de Telti - Calangianus - Berchidda, sin duda alguna. Un tramo no especialmente largo, pero sí con muchas rocas, estrecho y rápido, donde cualquier error se paga carísimo. También está por ver cómo serán los tramos del domingo, con una Wolf Power Stage completamente nueva y el reto de gestionar las Hankook en una mezcla de tramos arenosos y de piedra base con las altas temperaturas de la isla en esta época del año.
Pero lo de Telti - Calangianus - Berchidda ha sido espectacular: si ya de por sí Cerdeña suele ser duro para máquinas, pilotos y copilotos, los abandonos de Grégoire Munster, Martins Sesks, Josh McErlean (en la primera pasada) y el vigente campeón mundial y hasta ese momento líder del rally Thierry Neuville en la segunda pasada son una muestra de lo brutal que ha sido este día. A esto hay que sumarle casos como los de Roope Korhonen o Mikko Heikkilä, uno arrancando una rueda y otro destrozando el frontal de sus respectivas monturas Rally2. Asimismo, tanto Takamoto Katsuta como Jourdan Serderidis sufrieron sendos vuelcos en este tramo, aunque lograron llegar a meta.
Por supuesto, en rallies de tierra de este tipo uno nunca puede descartar que ocurra un pinchazo cuando menos se lo espere, aunque no haya errores de conducción per se. Pero el caso de Alejandro Cachón ha sido especialmente duro: una piedra suelta en la trazada, muy posiblemente sacada con el paso de coches anteriores, les ha roto la dirección y les ha dejado fuera de carrera. En ese momento estaban peleando por el podio de WRC2, habiendo demostrado tener el ritmo y siendo además el Toyota GR Yaris Rally2 más rápido entre los inscritos en la categoría.
Cosas de los rallies, como se suele decir. Pero que los rallies no sean duros, no sería nada justo decirlo. Cerdeña nos lo confirmó.