El Mundial de Rallyes 2022 termina con una declaración de intenciones de Hyundai Motorsport. La formación surcoreana derrotó a Toyota en casa. Thierry Neuville logró su segunda victoria de la temporada en el regreso de Japón a la élite de la especialidad. El belga comandó el doblete de la estructura con base en Alzenau. Ott Tänak también se sumó a la fiesta en su prueba de despedida del equipo por el que fichó a finales de 2019.
Neuville iniciaba la última jornada de competición de la temporada con una ventaja de apenas cuatro segundos sobre Elfyn Evans. El galés trataba de defender el orgullo de su marca tras los pinchazos que habían lastrado a sus compañeros en las etapas anteriores. Sin embargo, no pudo finalizar el curso en lo más alto del cuadro de honor. Lo hizo en el top cinco y gracias. Todo por un pequeño error que acarreó graves consecuencias.
El #33 apuró una frenada y tocó mínimamente una piedra con la rueda trasera izquierda de su coche. El exceso de optimismo se saldó con un pinchazo que le obligó a detenerse dentro del propio tramo. Este percance despejó el camino a Neuville justo antes de la aparición de la temible lluvia. Las nubes que cubrían el cielo del país del sol naciente descargaron agua a más no poder en el último momento. Las carreteras se anegaron.
Neuville y Tänak, con las espaldas cubiertas, no sufrieron con la presencia del líquido elemento. Takamoto Katsuta tampocó lo pasó mal. El japonés aprovechó el incidente de Evans para escalar a una tercera plaza de la que nadie le lograría desbancar. Sébastien Ogier estuvo cerca, pero el ídolo local mantuvo la compostura y cosechó un resultado especial en una cita por la que llevaba años esperando. Además, fue el mejor Toyota.
Emil Lindholm certificó el título en la división de plata. El finlandés concluyó tercero y abrochó los puntos suficientes para superar al ausente Andreas Mikkelsen. Las intensas precipitaciones le hicieron olvidar la lucha por el triunfo y centrar los esfuerzos en cruzar por meta con el Skoda Fabia Rally2 Evo de una pieza. Así las cosas, la primera plaza fue para Grégoire Munster, quien se desenvolvió como pez en el agua.