El Ypres Rally se caracteriza por las singularidades de las carreteras belgas. En todas las especiales los pilotos se enfrentan a la misma amenaza: las cunetas. La precisión con el volante es fundamental para librar problemas con unas zanjas que Gus Greensmith ha anotado en el cuaderno de peligros del fin de semana. El británico, con uno de los tres Ford Puma Rally1 que desplazará M-Sport a Bélgica, centra su atención en ellas.
El de Mánchester advierte de que las dificultades de la novena ronda del Campeonato del Mundo de Rallyes son muy numerosas: "El de Ypres es un rally difícil y único en el calendario porque hay muy poco margen de error con las zanjas a los lados de la carretera en cada uno de los tramos. Las carreteras en sí mismas también son muy estrechas. Es una prueba compleja para competir, aunque a primera vista parezca simple".
El vehículo desarrollado por la formación de Malcolm Wilson logró su única victoria hasta la fecha en el asfalto de Monte-Carlo. La competitividad del artefacto de la firma del óvalo en esta superfice no admite dudas. Greensmith quiere aprovechar en Bélgica ese punto a favor: "Hemos tenido un coche muy bueno en asfalto durante todo el año, así que esperamos hacer buen uso de él y lanzarnos en busca de un buen resultado".