Todo se está alineando, de momento, para que Sébastien Ogier consiga su 9º título mundial de rallies en Arabia Saudí. Un pinchazo de Elfyn Evans, líder del mundial que hasta ahora no estaba brillando en este último rally del año, aumenta aún más sus posibilidades.
Los tres Toyota estaban condenados en la general del rally al abrir pista el jueves, perdiendo mucho tiempo frente a otros como Adrien Fourmaux, Martins Sesks o Sami Pajari, aunque Ott Tänak les persigue muy de cerca habiendo salido el jueves tras los GR Yaris Rally1. La lucha, en definitiva, era entre ellos, y esta situación ya de por sí nulifica las opciones matemáticas que aún tenía Rovanperä tras su abandono en Japón.
Pero el pinchazo que ha sufrido Evans al comienzo del tramo de Wadi Almatwi pone la pelea aún más de cara a Ogier. De acabar el rally como está ahora mismo, el de Gap sería campeón gracias a los seis puntos del 7º puesto, adelantando a Evans. El galés logró acabar el tramo, pero a más de dos minutos y medio de Ogier - además de que el polvo en suspensión estorbó a Rovanperä, quien sufrió también un pinchazo en la parte final del mismo tramo, el último de la mañana.
Todo dependerá, eso sí, de que acaben la etapa del viernes y como acaben la etapa final del sábado, tanto por los puntos de la última etapa (lo que normalmente sería Super Sunday) y la Wolf Power Stage. Un máximo de 10 puntos donde puede llegar el título con el que Ogier al fin iguale la gesta de su tocayo Sébastien Loeb.