Eric Camilli y François-Xavier Buresi han completado la primera etapa del Tour de Córcega liderando dentro de la categoría WRC2 con su Volkswagen Polo GTI R5. El ex piloto de M-Sport ha sido el claro dominador de la etapa por delante de Yoann Bonato y Nikolay Gryazin mientras que Kalle Rovanperä es el líder destacado dentro del apartado WRC2 Pro. Por desgracia Nil Solans y Marc Martí no han podido terminar esta etapa, aunque podrán reenganchar para la jornada del sábado.
Desde un principio, los hombres a tener en cuenta eran los de casa, comenzando por el ex piloto oficial de M-Sport Camilli. El piloto nizardo, a los mandos de su Volkswagen Polo GTI R5, se abría paso entre las curvas corsas para colocarse líder en la categoría, batiendo incluso a los pilotos del WRC2 Pro. Bonato se situaba segundo por delante de pilotos como Nikolay Gryazin, Fabio Andolfi o Kajetan Kajetanowicz. También estaban arriba Nicolas Ciamin y Adrien Fourmaux, piloto promesa protegido por la FFSA.
Por su parte, Solans y Martí afrontaban el tramo con dificultades que ya aparecieron en el shakedown, pues el diferencial delantero no era el idóneo para este rallye y, al estar precintado, no era posible cambiarlo sin recaer en una penalización. Los dos trataron de atacar desde el primer tramo y tenían ritmo para subir posiciones, pero en el tercer tramo del día tuvieron una salida de pista (sin consecuencias físicas para ellos) que les impidió continuar la jornada.
En WRC2 Pro la emoción se disipaba ya en el primer tramo: con tan solo dos contendientes, Kalle Rovanperä y Lukasz Pieniazek, la acción quedaba descafeinada con un pinchazo de Pieniazek que perdía varios minutos. Rovanperä solo tenía que pilotar de manera conservadora a partir de ese momento, si bien el joven finés era capaz de mantenerse entre el top 10 de los pilotos con coches R5 con el Skoda Fabia R5 del equipo HK Racing.
Los tramos del bucle de la tarde no trajeron grandes cambios, comandando Camilli de manera destacada frente al resto de sus rivales. Fourmaux fue la baja destacada al quedarse fuera de carrera con su Ford Fiesta R5. Mientras tanto, los dos de WRC2 Pro completaron su etapa sin sustos ni para Rovanperä ni para Pieniazek.
Así pues, al final del día Camilli era líder por 20 segundos sobre Bonato y 42,7 sobre Gryazin, con Ciamin, Kajetanowicz y Fabio Andolfi en un compacto tren de pilotos peleando por el tercer puesto. El líder de la general en WRC2 Ole-Christian Veiby se colocaba séptimo por delante de Rovanperä, Rhys Yates y Takamoto Katsuta, estando los cuatro a más de un minuto de la cabeza de carrera.