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Tras varios meses de inactividad, Emilio Fernández y Rubén García han completado el pasado fin de semana el Louna-Eesti Ralli de Estonia, donde la meta no estuvo enfocada al resultado, sino más bien a los factores que se evaluaron en un evento de práctica. Antes de su regreso al WRC la próxima semana, el binomio sudamericano ensayó con diferentes reglajes en el Skoda Fabia Rally2 Evo según la erosión de los caminos, así como también con simulaciones de carrera y su nuevo sistema de notas.
Inicialmente, la competencia estaba pactada para cubrir101,50 kmcronometrados en dos jornadas. Sin embargo, los rebrotes de Covid-19 ocurridos durante las semanas anteriores en Estonia, motivaron la cancelación de la primera etapa y el podio como medida preventiva. Además, también se limitó el acceso a un máximo de 1600 espectadores, con distancia social, tal como ocurrirá para en el Rally de Estonia.
“Estos cambios hicieron modificar un poco la gestión de los controles horarios y de las verificaciones, entre otras cosas, pero fue solo cuestión de leer las indicaciones y estar atento a lo que iba ocurriendo en cada momento. Por suerte, Toksport es un equipo muy completo, con un nivel propio del WRC y con un grupo humano que nos mantiene alerta sobre todas las novedades”, detalló García en dialogo con MotorBox.
Al margen de este factor de contexto, Emilio Fernández y su navegante argentino efectuaron un ensayo previo antes del Louna-Eesti Ralli, no solo porque ambos llevaban cinco meses sin competencias desde su última participación en el Rally de México. Sino que además, las normativas particulares del evento impedían que el binomio sudamericano pudiera tomar parte del tramo de entrenamientos.
“Tuvimos un test de dos días en el que completamos casi 140 kilómetros, antes de los reconocimientos de la carrera. Hicimos ese ensayo, ya que no pudimos participar del shakedown porque estaba reservado para los pilotos de Prioridad 1”, explicó García.
En los resultados, el Louna-Eesti Ralli tuvo como vencedor a Ott Tänak (Hyundai), entre los ocho WRC que participaron, y a Jari Huttunen (Hyundai), dentro de la clase EMV2 para vehículos Rally2 y R5. En esta misma categoría, Fernández y García finalizaron undécimos, para un evento cuyo resultado final no fue representativo para el binomio sudamericano, ya que el objetivo estaba abocado en evaluaciones de performance y comodidad, en lugar de buscar tiempos competitivos.
Según declaró Emilio Fernández al sitio oficial del RallyMobil y a Mundo Rally, se ensayaron con cuatro configuraciones completamente distintas. Las dos primeras funcionaron mejor, incluso en las zonas veloces. Sin embargo, los dos últimos reglajes probados no arrojaron sensaciones cómodas, producto también de la superficie más deteriorada en las últimas pasadas a los tramos.
Además, el chileno también admitió haber efectuado cambios de piezas y de configuración de software del Fabia Rally2 Evo. Por último, Fernández y García también decidieron afrontar la carrera sin neumáticos de repuesto. Si bien la competencia tenía una asistencia intermedia en la única jornada que se disputó, la idea era emular la etapa del domingo que se recorrerá en el Rally de Estonia, ya que implicará casi85 kilómetroscompetitivos sin paso por el service park.
Por otra parte, el chileno también reveló en ambos sitios que el sistema de notas que modificó en marzo le ha resultado preciso y reportó buenas sensaciones, pese al deterioro de los caminos. Al respecto de este tema, García detalló que “participaron cerca de 100 autos y hasta una clase de camiones (N.de.R: GAZ 51a), los cuales supongo dañaron bastante las superficies. Aún así, eso nos sirvió para anticipar cómo quedarán los caminos en las segundas pasadas para la fecha del WRC”.
“Además, como los tramos eran cortos, pudimos comparar como iba el auto en cada recorrida al tramo, que es una tarea en la que nos asistió nuestro ingeniero”, explicó el navegante de Emilio Fernández, quien también reveló al sitio del RallyMobil que el ritmo en la hoja de ruta será un punto a mejorar antes del Rally de Estonia. Esto se debe a que el ritmo de los pilotos locales en las zonas más rápidas es difícil de alcanzar.
Acerca de este mismo tema dialogamos con Rubén García semanas atrás, cuando nos mencionó lo engañoso que resultan este tipo de competencias de alta velocidad, en términos de sentir un ritmo que puede ser muy inferior al que indiquen los tiempos.
“Casi todos los tramos fueron muy rápidos, para transitar en velocidades muy altas”, explicó Rubén García en referencia al Louna-Eesti Ralli. “Además, en las partes más rápidas era difícil encontrar el límite, porque el auto dobla mucho y llevábamos bastante tiempo sin correr. De todas formas, Emilio comenzó con buen ritmo, pero los rivales venían compitiendo de forma muy frecuente”.
“De hecho, nuestro ingeniero de Toksport nos dijo que entre nuestros rivales, los pilotos que estuvieron más inactivos entre México y Estonia tenían al menos seis rallyes ya completados. Esa diferencia en comparación con nosotros fue muy notoria”, admitió el navegante argentino.
Cuando fue consultado acerca del desafío que implicó recobrar la rutina de trabajo habitual para el binomio después de cinco meses de inactividad, García respondió: “No tuvimos ningún problema. Además, estuvimos viendo muchos videos y antes del rally también fuimos hasta algunos caminos que no formaban parte de la carrera para practicar la toma de notas. El equipo nos recomendó cuales eran los lugares en los que podíamos entrenar, sobretodo haciendo énfasis en la forma de marcar las notas para Emilio, porque tuvo que pasar varios meses encerrado en su casa de Santiago”.
Por último, el experimentado navegante argentino reseñó que el Louna-Eesti Ralli se desarrolló con normalidad en todos sus ámbitos, pese al contexto de la pandemia. “En nuestro caso con Emilio, nos pidieron por mail que viajemos unos 100 kilómetros hasta Tartu, para pasar por el test de PCR antes de la carrera y también teníamos que tener tapabocas puesto. Después del evento, hemos tenido que cumplir con otro test adicional”.
“Pero por lo demás, el resto de nuestros dias en esta carrera han sido muy normales. Entre la gente local, nadie lleva barbijo colocado y en nuestro hotel vimos a personas que se hospedaron para luego asistir al evento con absoluta normalidad. También hemos visto que había bastante público en los tramos”, detalló el navegante argentino.
“Por supuesto, nosotros hemos mantenido la distancia con los otros participantes y los equipos”, agregó Rubén García. “En los controles horarios, por supuesto nos sugirieron hacer nuestras tareas desde arriba del auto y no bajarnos para respetar la distancia, lo cual también valía para los reporteros al final de los tramos. Pero a excepción de eso, todo lo demás se vio bastante normal”.