Una historia habitual de los últimos cursos escribe otro capítulo. La prueba invernal, hace unos años, por excelencia del Mundial de Rallyes vuelve a estar perseguida por los problemas. Si en sus últimas ediciones la escasez de nieve ha ocasionado notables recortes de itinerario, en esta ocasión la meteorología no provoca el quebradero de cabeza a los organizadores, que luchan contra el tiempo para cerrar los acuerdos pertinentes.
Según informa el medio sueco vk.se, los responsables del Rally de Suecia no han recibido todavía el permiso para cerrar las carreteras por las que han diseñado el rutómetro. El desplazamiento de la región de Värmland hacia la de Västerbotten en busca de la abundancia del blanco elemento ha surtido un efecto imprevisto por Glenn Olsson, máximo responsable de la segunda prueba que, a día de hoy, figura en el calendario del WRC.
"Nuestra objetivo era tener el recorrido cerrado antes de verano. Así que estamos muy atrasados en nuestra planificación". Esas son las preocupantes declaraciones de Olsson, que contempla como la amenaza de Finlandia crece con el paso de las horas. Ya el pasado año su país vecino acogió la ronda invernal del campeonato, causando buena impresión en el parque de asistencia por las excelentes condiciones del firme.