Craig Breen ha declarado después del Rallye de Turquía lo que ocurrió cuando su Citroën C3 WRC salió ardiendo, poniendo un triste fin a una prueba en la que había estado liderando en los primeros compases. El irlandés sufrió el incendio durante la segunda etapa del rallye, que regresaba al calendario del Campeonato Mundial de Rallyes por primera vez en 8 años.
Breen empezó a ralentizar la marcha cuando el interior del coche se llenó de humo, pero ni él ni su copiloto Scott Martin detectaron de donde procedía. El humo desapareció cuando pusieron el coche en modo enlace, pero cuando lo levantó para inspeccionarlo desde abajo comenzó el incendio que acabaría por inutilizar su máquina.
“Es descorazonador. No me lo podía creer, todo fue tan rápido. Ott fue el primero en llegar y al verlo pensé: “Sabe lo que hacer, es la persona indicada…” pues ya salvó su coche en Portugal hace varios años. Sin pensarlo nos dio su extintor, algo muy grande porque podía haber afectado a su rallye – pero así es Ott. Ninguno de los extintores era capaz de apagarlo y al final Ott tuvo que frenarme de echarle agua. Fue increíble”, relató Breen según Motorsport.com.
“Podemos confirmar que hubo una fuga en los gases de escape del convertidor catalítico (elemento para reducir los gases nocivos del motor) pero más de eso no lo sabemos aún. No podemos decir más porque no lo sabemos y el coche estaba muy dañado. Lo investigaremos más a fondo cuando vuelve a la fábrica esta semana, pero por ahora eso es lo que podemos afirmar”, declaró su jefe de equipo Pierre Budar.