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Siguiendo la tónica general de otras muchas federaciones nacionales y regionales, la entidad gallega ha dado el paso hacia la permisiva de los coches bajo la normativa WRC 1.6T. En este caso, las monturas en cuestión podrán ser partícipes de los rallyes del certamen de Galicia, figurando en las tablas de tiempos y saliendo a los tramos cronometrados en una posición privilegiada, ya que lo harán antes del pelotón de cabeza.
Pese a que los pilotos y copilotos que compitan con estos coches sí podrán tener acceso a los trofeos finales, no competirán por los premios en metálico de los diferentes rallyes ni tampoco sumarán puntos de cara a pelear por el certamen gallego de rallyes. Una propuesta que busca así abrir la puerta a que alguno de los tenores del mundial de rallyes pueda dejarse ver en las pruebas restantes del 2020.
Según ha podido saber este medio, la FGA tiene sobre la mesa una propuesta para que alguno de los cabeza de lista del mundial de rallyes pueda rodar en las citas del campeonato de Galicia. Una alternativa al parón prolongado que sufre actualmente el campeonato del mundo debido a la crisis sanitaria. Sin ir más allá, esta misma semana, Hyundai Motorsport anunció un programa fuera del mundial para todas sus tripulaciones con múltiples salidas nacionales.
No es la primera vez que una de las estructuras habituales del mundial escoge Galicia para sumar kilómetros con vistas a sus compromisos internacionales, ya que hace apenas dos temporadas, el equipo de Markko Märtin decidió alinear dos Ford Fiesta R5 en el Rallye Ribeira Sacra. Takamoto Katsuta e Hiroki Arai fueron por aquel entonces los encargados de disfrutar de las peculiaridades de los tramos de la Ribeira Sacra.