Este fin de semana ha tenido lugar en Luintra, Ourense, la octava y última carrera en el Campeonato Gallego de Rallyes, así como en lo que respecta a las citas puntuables para el Volante FGA (competición orientada a vehículos de dos ruedas motrices, y motor atmosférico de hasta 1.600cc, con preparación de Grupo A). La enorme igualdad en cada carrera no sólo ha sido una constante a lo largo del año, sino que ha propiciado que en esta carrera hubiese tres pilotos distintos que llegasen con opciones de proclamarse Campeones.
Los caprichos de la mecánica dejaron pronto fuera de combate a Francisco Oviedo, que a pesar de haber liderado el certamen durante gran parte de la temporada, ha visto cómo sendas averías en los dos últimos rallyes del año le dejaban con la miel en los labios. Precisamente su abandono marcó el desarrollo de este último rallye, ya que sus rivales pasaron rápidamente a correr “con la calculadora”.
Daniel Castro lograba el triunfo en este rallye, demostrando nuevamente haber sido uno de los pilotos más rápidos del campeonato, pero que durante toda la temporada ha ido arrastrando el lastre de algunos malos resultados a principios de año. De hecho su resultado era insuficiente para optar al título, pues el naronés ya no dependía sólo de sí mismo, sino que para llevarse el campeonato tenía que esperar al fallo de Héctor Forneiro, un fallo que no se produjo. La regularidad de Héctor, unida a la rapidez demostrada en los momentos decisivos de la campaña, ha permitido al ourensano Forneiro conquistar “en casa” el campeonato, gracias a los puntos sumados con la segunda posición en este Rallye Ourense Ribeira Sacra.
