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Aunque Alberto Meira, Iago Caamaño y Ricardo Costa lo intentaron, el del Dumbría no dio su brazo a torcer y conseguía subir a lo más alto en el Rías Baixas. La prueba se iniciaba el viernes con un Ricardo Costa dispuesto a meterse en la batalla, estrenando esta vez una nueva unidad del DS3 R5 con la que conseguía rodar cómodo, siendo el primer líder del rallye tras el doble paso por la especial urbana.
Ya el sábado, un trompo en el primer tramo lastraba al piloto portugués, dejando a un Senra que marcaba un buen tiempo en los primeros compases del día. Con el suelo mojado, el piloto del C3 R5 volvía a demostrar que, al igual que en Noia, el rendimiento del coche francés es notablemente superior. Con el paso de los kilómetros y los errores de los rivales, Senra fue incrementando una renta que le serviría para sacar la calculadora por la tarde.
Alberto Meira con problemas mecánicos, Ricardo Costa con una leve salida de pista, Óscar Palacio sufriendo un pinchazo o un Caamaño que sigue sin encontar su buen ritmo, Senra tuvo una tarde relativamente tranquila, en donda la acción se centró en la lucha por las posiciones restantes. Meira ganaba la batalla a un Costa que sí pudo con Caamaño. El coruñés y el Fiesta R5 tendrían así que conformarse con la cuarta plaza.
Francisco Dorado se imponía al local Pedro Freire en la Top Ten Pirelli B, copa en la que también destacó José Manuel Pazos, hasta que lamentablemente su Fiesta R2 decidía pararse. Joaquín Pérez voló dentro de la Pirelli AMF, siendo además una de las sensaciones de la prueba viguesa. En el Volante FGA el triunfo fue para Diego Vila, mientras que Ricardo Estévez se impuso por la mínima en la monomarca Marbella.