No obstante, la prueba andaluza iba a ser un camino de espinas.
Ya en el primer tramo venía el primer susto, con un trompo en el que el Renault Clio R3T quedaba empanzado y cedían más de un minuto. Pero la clave del fin de semana vendría en la segunda especial, con un pinchazo a mitad de tramo.
Tras realizar varios kilómetros con el neumático delaminado, finalmente tenían que pararse a cambiar la rueda, cediendo más de siete minutos en el lance. Fruto de ese pinchazo, el equipo disputaba el tramo urbano solo con el freno de mano al seccionarse un latiguillo.
Pensando que el problema se había resuelto en la asistencia, el siguiente bucle volvería a ser un calvario con los frenos, derivando el problema en la bomba de freno, complicación que se volvió a reproducir en la primera sección del Sábado.
Una vez subsanados los problemas, Javier Bouza realizaba por fin el último bucle sin problemas, remontando hasta el puesto 16 de la general, octavo de dos ruedas motrices y primero de la clase R3T y la Clio R3T Iberian Trophy.
Este cúmulo de circunstancias arruinó el fin de semana del equipo, que no obstante sigue luchando también por el título de 2 ruedas motrices, donde la lucha es dura con la presencia de equipos oficiales. Toca pasar página y afrontar las próximas pruebas de la mejor manera posible.