Javier Pardo ha cambiado el Volkswagen Polo N1 por el Mitsubishi Lancer Evolution X de cara al Rallye Tierras Altas de Lorca, siendo dos máquinas mantenidas por el equipo AR Vidal Racing. Pardo competirá con el mismo coche con el que Amador Vidal, dos veces campeón de rallyes de tierra, compitió en el Rallye de Suecia.
El motivo de este cambio está relacionado con la nueva normativa de coches N1 que la Real Federación Española de Automovilismo presentó para este año. El Polo N1 es hasta la actualidad el único coche de este tipo que se ha visto de manera regular en activo dentro de nuestro panorama nacional.
Esta normativa establece una serie de bridas según el peso en vacío del conjunto: centrándose en los coches 4x4, si pesa entre 1.200 y 1.249 kilogramos estaría limitado a 32 milímetros (la misma brida que un R5) mientras que si su peso se comprende entre los 1.250 y los 1.299 kilogramos esta brida sería de 33 milímetros – en el caso de superar los 1.300 kilogramos, llevaría una brida de admisión de 34 milímetros.
Hasta 2017, el Polo N1 fabricado en su origen por Dytko Sport generaba 360 caballos a través de su motor 2.0 turbo (bajo la carcasa alemana lleva mecánica de Evo X) con una brida de 36 milímetros. Dado que su peso en vacío es de 1.250 kilos, se le aplicaría una brida de 33 milímetros, suficiente para que la potencia del coche bajara hasta por debajo de los 300 caballos según ha asegurado el piloto a este medio.
Por este motivo, Pardo y AR Vidal Racing han bajado hasta tierras murcianas con el Evo X que usó Vidal en Suecia, ya reparado tras los problemas de transmisión que le dejaron fuera de la prueba mundialista. Aún así, se trata de una prueba de transición dado que Pardo correrá con un Suzuki Swift R+ N5 en el resto del calendario del Nacional de Tierra.