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El campeonato gallego echó a andar en la ciudad herculina y lo hizo por todo lo alto. Con una participación más que satisfactoria, una gran cantidad de público y un entorno propicio para las carreras, el Rallye de A Coruña cumplió las expectativas. Así hemos visto desde Revista Scratch este inicio de temporada en el noroeste de la Península, en un certamen, que marca la referencia en España.
En verde:
El tridente Ares, Pintor y el Hyundai siguen en racha. Llegaban a esta prueba con el tiempo bastante encima luego de que el equipo gallego haya realizado una buena revisión al i20 R5, además haber instalado las nuevas evoluciones enviadas desde Alzenau. Aún así, partían como claros favoritos y a priori, como la referencia para el resto del pelotón. No lo tuvieron fácil, aunque lograron superar el reto.
No estaban en los tramos de A Coruña para pasear y así lo demostraron. En la matinal del rallye, Senra, Camaño y un trompo lo complicaron mucho, aunque en la jornada de tarde, Ares daba un golpe sobre la mesa e imponía un ritmo inalcanzable para sus rivales. Con este, Ares suma su segundo triunfo en A Coruña, aunque es la primera vez que descorcha champán en María Pita, al menos, para celebrar una victoria en un rallye.
En ambar:
Estuvo cerca, aunque se le escapó tras el descanso de mediodía. Iago Caamaño sigue buscando su primera victoria absoluta en un rallye y luego de lo visto este fin de semana, podemos deducir que está muy cerca de hacerse realidad. Desde finales del 2015, cuando entabló relación con el Ford Fiesta R5, el piloto coruñés ha ido avanzando a pasos de gigante, sobretodo, si tenemos en cuenta que lleva sólo seis años compitiendo en rallyes.
Para la ocasión, debido a motivos laborales de su habitual compañero Alberto Rodríguez, Caamaño tuvo el placer de contar a su derecha con Antonio Solórzano. Juntos, llegaron a liderar el rallye antes de afrontar las dos últimas secciones, aunque el buen bagaje que ya tienen dos pilotos como Ares y Senra le impidió estar hasta el final 'en la pomada'. A día de hoy no sabe si continuará el regional gallego, aunque sí está confirmada su presencia en el Cocido.
En rojo (no lo malo, sino lo menos bueno):
Hay que sacarse el sombrero, una vez más, con todo el trabajo que ha llevado la organización del rallye, con Álvaro Muñíz manejando el timón. No han sido unos últimos meses fáciles, pero los chicos de One Seven han conseguido sacar el rallye adelante. Algo que roza la heroicidad si tenemos en cuenta los antecedentes. Aún así, varias situaciones extra-deportivas impidieron a la organización llevar a cabo un rallye perfecto.
Las neutralizaciones tiñieron de gris un rallye muy bien preparado y muy cuidado en materia de seguridad. El propio Muñiz, liderando la caravana de seguridad del rallye, se dedicó a ir re-ubicando a los espectadores situados en lugares comprometidos. Aún así, no todo salió a pedir de boca. Una espinita que queda clavada y que no me cabe la menor duda que se la sacarán la próxima temporada, cuajando un rallye perfecto.
