El futuro llega al Dakar. Sabíamos desde hace meses que el desembarco de Audi en la cita saudí el próximo año iba a desencadenar una auténtica revolución tecnológica y después de ver las primeras imágenes del coche alemán, esos pensamientos no iban equivocados.
El nuevo Audi RS Q e-tron que pilotarán Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel y Mattias Ekström en el Rallye Dakar 2022 es una auténtica oda a la evolución tecnológica de la industria automotriz, con un concepto vanguardista, no sólo estéticamente, sino también mecánicamente.
“Nuestro RS Q e-tron se ha desarrollado desde una hoja en blanco en un tiempo récord, y representa La vanguardia de la Técnica”, comenta Julius Seebach, Director de Audi Sport GmbH y responsable de Motorsport en Audi. Las características del Rallye Dakar suponen un desafío especial para los ingenieros “Es una distancia muy larga. Lo que vamos a intentar no se ha hecho nunca antes, estamos ante el mayor desafío para un sistema de propulsión eléctrico”.
Y es que el espectacular prototipo germano, que ya ha iniciado su intenso programa de desarrollo y pruebas -la próxima semana estarán de test en España-, cuenta con un motor de combustión proveniente de los que utilizaba Audi en sus DTM y a él se le añadirá diferentes sistemas eléctricos -que la firma de los cuatro aros ha desarrollado en la Fórmula E- que le brindarán un extra de potencia y par a sus cuatro ruedas. Al ser híbrido, Audi ha preferido montar un software para repartir de la mejor manera la potencia a cada uno de sus neumáticos en lugar de utilizar un clásico diferencial mecánico.
“La batería también es un desarrollo propio que hemos realizado junto con un socio”, explica Stefan Dreyer, responsable de desarrollo de proyectos para competición de Audi Sport. “Como ingenieros, básicamente consideramos el potencial de crecimiento de cada componente. Pero en cuanto al sistema de propulsión, en la Fórmula E ya hemos logrado una eficiencia de más del 97%, y no hay mucho más margen de mejora. La situación, sin embargo, es diferente en cuanto a la batería y al sistema de gestión de la energía: aquí es donde reside el mayor potencial de desarrollo de la movilidad eléctrica en general. Lo que aprendamos del exigente proyecto del Dakar podremos aplicarlo a nuestros futuros coches de calle. Como siempre, en este camino también trabajamos de forma estrecha junto a nuestros colegas de desarrollo de vehículos de producción en serie”.