Twitter (@NachoVillarin)
Hay cosas en la vida que se llevan en la sangre, que por mucho tiempo que pase, jamás desaparecen del todo de la cabeza. Del corazón... El automovilismo, la pasión por el motor, por la gasolina, es una de ellas. Los pilotos nunca terminan de colgar el casco definitivamente. Siempre les queda el gusanillo de poder volver a correr algún día. Un proceso por el que han pasado muchos, que está experimentando ahora también, en sus propias carnes, Sergio López-Fombona...
El bravo piloto asturiano se encuentra ultimando los preparativos de su regreso a la competición, al Campeonato de España de Asfalto. Después de casi cuatro años de retiro (su última actuación con un coche de rallyes tuvo lugar en el Villa de Pravia de 2010, donde terminó tercero con un Mitsubishi EVO X de RMC),\'Fombo\' tiene previsto volver esta temporada al Nacional junto a su copiloto y amigo Carlos Dorado.
La eterna pareja (corrieron juntos durante casi nueve temporadas) planea salir este año en varios rallyes del Campeonato de España (todos los restantes del calendario, a partir del Rías Baixas, si las circunstancias laborales y personales de ambos lo permiten), a bordo de la última montura con la que vimos a Sergio por los tramos del Nacional: el Nissan 350Z EVO que estrenó Marc Blázquez en el Costa Brava de 2008, un coche que fue adquirido posteriormente, tras el desmantelamiento del equipo oficial, por el propio Fombona, quien corrió varios rallyes en 2009 y 2010 a los mandos de ese vehículo de la categoría GT, una unidad con cambio secuencial, más potencia, menos peso y mejor equipo de frenos que aquella de color amarillo y azul, con la que Fombona y Dorado se consagraron en la primera y única edición de la Challenge Nissan tan lujosa que se disputó en 2008 dentro del certamen español.
Seis años después de aquello, Sergio y Carlos están a punto de volver a juntar sus nombres de nuevo en la ventanilla de un coche de rallyes, abrocharse los arneses y salir a correr. Y es que hay cosas que por mucho tiempo que pase, jamás desaparecen del todo... Bienvenidos de nuevo, pareja.