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Han sido meses duros, de parálisis total, sin eventos y con cifras dantescas que íbamos conociendo día tras día. Ahora, los expertos aseguran que ya podemos vislumbrar la luz al final del túnel y en buena parte de los países y comunidades, han iniciado la transición hacia lo que denominan: nueva normalidad. Consecuentemente, las federaciones deportivas han reactivado las conversaciones para que los rallyes vuelvan a escena.
El mundial de rallyes deberá decidir en los próximos días si planea esta vuelta al trabajo en el Rallye Safari. Una prueba calendada para el mes de julio y que además había levantado mucha curiosidad con su regreso al calendario mundial. Si finalmente el WRC decide reanudar en el continente africano la segunda mitad de temporada, los equipos deberían ponerse en marcha varias semanas antes, realizando jornadas de test en suelo europeo.
También para julio, la RFEdA está poniendo toda la maquinaria en marcha. El Rallye de Ferrol sería el encargado de dar el pistoletazo de salida a un certamen que, a diferencia del WRC, no ha podido inaugurarse todavía. Como alternativa, la prueba gallega también baraja el mes de agosto, por si los plazos no pudiesen cumplirse de cara a julio. De una manera u otra, lo que sí es evidente es que la intención pasa por un regreso estival.
Al otro lado del río Miño, han emprendido la carrera hacia dar vía libre a los test preparativos, mientras que cuentan con que los rallyes también puedan empezar a plantearse a partir del mes de julio. Las consecuencias del virus en el país vecino han sido menos espeluznantes, aunque ya dan por sentado que las nuevas carreras tendrán que adaptarse a los condicionantes sanitarios.
Si bien las federaciones internacionales y nacionales buscan reemprender las carreras en verano, entidades regionales como Galicia o Asturias, también pronostican un escenario similar. Si el plan de desescalada llega a su fin en el norte peninsular en los plazos previstos, podría haber carreras ya en julio, aunque una buena parte de las organizaciones han pedido un poco más margen temporal para echar a andar sus carreras.
Habrá carreras, o al menos esa es la intención, pero no serán como las conocíamos hasta ahora. La amenaza del COVID-19 seguirá estando presente, por ello, las entidades organizativas tendrán que adaptar sus eventos a los protocolos que ya se estudian por las federaciones. El distanciamiento social parece una premisa que se deberá asumir hasta que la amenaza del virus sea neutralizada.