Contrariamente a lo que reza el dicho popular, un rayo puede caer dos veces en un mismo sitio - así como la famosa canción de Iron Maiden, 'Lightning Strikes Twice'. Para Alberto Ordóñez, el rayo en cuestión le ha caído tanto con la descalificación de los rallyes Princesa de Asturias y Llanes de 2024 como ahora, con una exclusión que le impide comenzar el CERA 2025 en La Llana con el equipo Citroën España.
En ambos rallyes asturianos, se detectó un componente ilegal en su combustible - hablamos de menos de un 1%, pero suficiente para que los comisarios deportivos de la Real Federación Española de Automovilismo aplicaran la exclusión, dada la inconformidad con el reglamento, según explicaba una fuente a Revista Scratch.
¿Cómo llegó este componente al depósito? Muy sencillo: las esponjas utilizadas para evitar que se desceben tenían restos de gasolina de otras carreras. Estos restos contaminan la muestra enviada al laboratorio. Al descubrirse, utilizando la misma gasolina que en el Princesa y Llanes, admitida en el S-CER, corre el resto del año, quedando 3º en La Vendimia y ganando tanto en Teruel como el Rally Cangas del Narcea del regional asturiano.
Hasta aquí, todo normal dentro de lo que cabe. Al fin y al cabo, se pueden producir descuidos en el mantenimiento y preparación de coches de carreras, pues ocurre incluso en equipos del Mundial de Rallyes e incluso en la Fórmula 1.
Hasta ahora, la versión expuesta es la que defiende el propio piloto. Ahora bien, fuentes de la propia RFEdA apuntan a que el combustible era ilegal en su totalidad - es decir, utilizaba etanol, el cual sí está permitido en el campeonato asturiano, siendo distinto el caso en el S-CER. Al ocurrir en dos rallyes, desde la RFEdA se interpreta como una reincidencia.
La cuestión reside en que no existen precedentes en la RFEdA de que debido a una incidencia técnica se haya sancionado a un piloto (no a un concursante) por parte del Comité de Apelación y Disciplina de la RFEdA. Existen exclusiones, sí, pero no un expediente de este tipo. De hecho, los comisarios deportivos decidieron que no era un caso constitutivo de sanción disciplinario, pese a que desde la propia RFEdA se les indicó contemplar esta posibilidad.
Varios meses después de todo este embrollo (desde la exclusión de Ordóñez de ambos rallyes asturianos) es cuando se decide aplicar una sanción de oficio con 4 meses de inhabilitación. Esto implica que, aunque esté ejerciendo su derecho a apelar la decisión, mientras la apelación está en proceso, figura como inhabilitado. Una inhabilitación que llega no en cualquier momento, sino apenas unos días antes de que arranque la temporada en el Rallye de La Llana.
Ahora bien, no todo está perdido. En el caso de que presenten el caso ante el CSD, recurran la medida cautelarísima y se resuelva de manera favorable, podría correr al menos en La Llana. De esta manera, todavía hay esperanza de verle debutar con los colores de Citroën España. Ordóñez esperará hasta el último momento, hasta las verificaciones de este viernes 28, por si recibiera este visto bueno tal como ha explicado él mismo en el directo de Rallycast.
Casos así o similares ya han ocurrido en España (y más precisamente en el CERA) en años anteriores. Es complicado olvidarse del 'Manguetagate' a principios de 2018, aquella 'bomba de relojería' preparada que saltó en el Rali do Cocido.