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Por momentos, en el equipo Hyundai se temían que pudiera quedar fuera del rallye... El golpetazo que se ha dado en el shake su jefe de filas, Thierry Neuville, ha sido tan aparatoso que algunos dudaban que el coche fuese a estar listo para mañana. Desde luego, hubiera sido un jarro de agua fría tremendo para los cientos de aficionados belgas que se han acercado al oeste de Alemania para animar al muchacho de las gafas de pasta. Pero, al final, por suerte para ellos, el piloto de St Vith, felizmente, podrá tomar la salida en el rallye.
Ciertamente, el i20 WRC del joven flamenco ha llegado muy dañado a la asistencia. Sobre todo la carrocería. Sin embargo, a pesar de las vueltas de campana que ha sufrido, la jaula de seguridad -al contrario que en Finlandia- ha resultado indemne en esta ocasión. Una vez resulta esa duda fundamental con los inspectores de la FIA, los mecánicos de Hyundai se han abalanzado sobre el coche y se han puesto a trabajar a destajo de inmediato. Han cogido el martillo de carrocero, la cinta americana... Lo que sea necesario con tal de que Neuville tenga el coche en perfectas condiciones para salir mañana por la mañana a correr.
