El deporte del motor en Portugal cierra uno de los episodios más controvertidos de su historia reciente. El Tribunal Constitucional del país vecino decidió este lunes confirmar el título nacional de rallyes de 2024 a Kris Meeke, desestimando el recurso presentado por el Ministerio Público y consolidando así el veredicto del Tribunal Arbitral do Desporto (TAD).
La decisión, con un importante peso jurídico, no solo confirma la posición de un piloto extranjero como campeón nacional, sino que sienta unas bases que también alcanzan en el caso de Dani Sordo, cuyo título no había sido reconocido oficialmente por la federación pese a haberse impuesto deportivamente en el campeonato hace apenas unas semanas. De esta forma, el Tribunal Constitucional consideró que la norma que limitaba la atribución del título nacional únicamente a pilotos portugueses vulnera el marco jurídico europeo y, en particular, los principios de libre circulación y no discriminación entre ciudadanos de la propia Unión.
Aunque el fallo del TC se refiere formalmente al caso de Meeke, la fundamentación jurídica es idéntica a la que se aplicaría en el expediente de Sordo. Al no existir diferencias significativas entre ambos casos (más allá de que Meeke fue quien recurrió), la interpretación dominante es que la victoria de Sordo debe considerarse igualmente válida a efectos oficiales.
Recordemos que Dani Sordo conquistó el Campeonato de Portugal de Ralis tras imponerse en el Rali Vidreiro en una temporada exigente, con un final de los que se recuerdan. Sin embargo, la FPAK optó entonces por no otorgarle el título, amparándose en la ya cuestionada restricción nacional. Tras el pronunciamiento del Tribunal Constitucional, esa limitación queda jurídicamente invalidada, por ello, el español pasa a ser reconocido también como campeón nacional, completando así la regularización de un resultado que, en el terreno deportivo, nunca estuvo en duda.
Con este desenlace, el país luso abre un nuevo capítulo en su marco federativo. La decisión del Tribunal Constitucional establece un precedente que evitará futuros conflictos, garantizará la igualdad de trato entre competidores y reforzará la competitividad de los distintos campeonatos nacionales.
Para Meeke y Sordo, la confirmación de sus títulos supone el cierre simbólico y jurídico de una espera prolongada, sobretodo en el caso del británico, campeón hace más de un año.