Uno de los coches de rallyes que más alegrías han dado a los españoles se está subastando en estos momentos: una unidad del Seat Ibiza Kit Car campeón mundial de la copa 2L en los años 1996, 1997 y 1998. Concretamente, este es el chasis 6 registrado en abril de 1997 y que hasta ahora había llevado los mantenimientos en Baporo Motorsport, como es habitual tanto en los Ibiza Kit Car como los Córdoba WRC.
Como se puede ver en las fotos, este Ibiza Kit Car viene con la decoración oficial utilizada de 1997 en adelante - añadiendo como dato extra el dorsal del Rally de Avilés, puesto que Jacobo García e Ion Ugaldebere participaron en el Avilés Histórico en 2022, coincidiendo con la fecha de los mantenimientos de Baporo. De hecho, desde su último mantenimiento registra apenas 80 kilómetros de carrera - Jacobo García ha llevado este coche desde 2017 así como un Skoda Octavia WRC, si bien en 2024 le vimos en Lloret de Mar, Costa Brava y el Rallye de Asturias Histórico con un Citroën Xsara Kit Car.
Este chasis fue llevado como coche oficial (como es el caso de todos los Ibiza Kit Car dado que no fue un Kit Car para carreras cliente, como sí lo fueron los Peugeot 306 Maxi o Renault Mégane Maxi entre otros) por Harri Rovanperä, Jordi Ventura, Salvador Cañellas o Erwin Weber, el hombre que estrenó internacionalmente el Ibiza Kit Car (como coche 0 en el Rallye Costa Brava 1995). Debajo del capó encontramos el motor 2.0 de 16 válvulas que evolucionaba del Ibiza GTI 16v, entregando unos 260 CV al eje delantero. El motor está acoplado a una caja de cambios Hewland HP2000 de seis velocidades.
Este Ibiza viene perfectamente ataviado con llantas de 18 pulgadas, parrilla de faros redondos, rueda de repuesto y, en general, con las especificaciones correctas para la época de los Kit Car, incluyendo la toma de aire del techo que no llevaban las primeras unidades. Más información aquí, en la subasta que acaba este domingo 9 de febrero.
Se trata no sólo de un Kit Car icónico por haber ganado tres títulos mundiales, sino por su propia concepción al ser un Kit Car hecho para correr a nivel mundial, sin centrarse tanto en el asfalto como sus rivales franceses. Aquí Seat Sport aprovechó a las mil maravillas lo aprendido a principios de los 90 con el Toledo Maratón creando un coche muy robusto y resistente, con un puente trasero cuya dureza se sigue recordando a día de hoy.