Sergio Vallejo y Mario Tomé ya saben lo cruel y duro que puede ser el Dakar. A ellos, el rally más exigente del mundo no les ha dado ni el primer día de prueba, ya que su primera etapa se puede resumir en un cúmulo de circunstancias e infortunios.
Los españoles tuvieron que parar en el lugar del accidente de Óscar Fuertes y Diego Vallejo. A continuación, pincharon dos ruedas de su vehículo, lo que les hizo ir en el alambre para intentar evitar un tercer pinchazo que finalmente acabó llegando.
El problema llegó al no disponer de más ruedas de repuesto y verse obligados a surcar las últimas dunas de la especial con una rueda pinchada. Pero los problemas no se acabaron aquí, los españoles terminaron atrapados en una olla tras evitar un choque con SVS, lo que les retrasó y complico mucho más la carrera. Además, a todo ello hay que sumarle la rotura de la marcha atrás, lo que les hizo aún más complicada la tarea de escapar de dicha olla.
Al final, consiguieron llegar a meta fuera de control, pero llegaron. Aunque los problemas siguieron y tuvieron que esperar al camión de asistencia en el enlace para poder poner ruedas nuevas y continuar sin más dificultades.
Este cúmulo de pinchazos, averías y problemas les hizo llegar al campamento a las dos de la mañana. La buena noticia para ellos es que pudieron reparar el coche y hoy han podido salir a disputar la segunda etapa.