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Poco a poco el final de temporada del Mundial de Rallyes se va caldeando a medida que se va acercando la decisiva cita con la que se pondrá fin al 2020, el Rallye de Monza. Con hasta cuatro pilotos con opciones matemáticas al título, Elfyn Evans y Sébastien Ogier, ambos de Toyota, son los mejores clasificados antes de este último asalto seguidos de Thierry Neuville y Ott Tänak de Hyundai.
El galés, que ha sido el más regular a lo largo de esta corta campaña marcada por la pandemia mundial de la Covid-19, llegará a la mítica pista italiana con 14 puntos de ventaja sobre su compañero de equipo francés. Pese a esta sustancial diferencia, Ogier es optimista y ha comentado su punto de vista en una entrevista realizada en el medio francés, AutoHebdo.
“Vamos a dar lo mejor de nosotros”, comenta el de Gap. “No hay demasiadas preguntas por hacer. Hay que ganar y ver si eso es suficiente. Hasta ahora hemos hecho un buen trabajo. No hemos tenido ningún un error de pilotaje y nuestro ritmo siempre ha sido rápido. Pagamos muy caro nuestros problemas mecánicos en Turquía. Lo daré todo en Italia para no arrepentirme de nuestra temporada”.
El seis veces campeón del mundo sabe lo que es lidiar con la presión de obtener la corona mundial, una situación completamente nueva para su rival. “Elfyn tiene la ventaja”, explica Ogier, “pero concretarlo es lo más difícil. Sobre todo, para alguien que nunca ha estado antes en esa posición. No tengo la intención de entrar en una guerra psicológica, pero es humano sentir la presión, especialmente cuando se trata del primer título”.
Al ser preguntado sobre qué sería más doloroso, si perder sus opciones al título en Monza o que no se dispute la cita italiana por razones sanitarias, Ogier lo tiene muy claro: “Como todos los demás, creo que si se cancelase ahora... Incluso para Elfyn, no estoy seguro de que pudiese celebrarlo como se debe. Si eso pasa, tendría que lidiar con algunos comentarios sobre si su título es real o no. Espero que se lleve a cabo el rallye para que el campeón lo pueda celebrar como se merece”.
Pese a que sus palabras son otras, parece que sí: la guerra psicológica está servida. Como debe de ser, un Campeonato del Mundo de Rallyes está en juego, ahí es nada.