Desde su debut en la categoría de motos allá por el invierno de 1988 apenas se ha perdido dos ediciones del Rally Dakar, la de 1994 al no inscribirse y la que se suspendió en 2008 por la amenaza de atentado. En todos estos años ha competido al máximo nivel, cosechando un total de 14 victorias y siendo el único piloto capaz de triunfar en cada uno de los continentes visitados por el raid más exigente del planeta.
Pero esa impecable trayectoria no habría tenido continuidad sin el nacimiento del proyecto híbrido de Audi: "De las 14 victorias, la del año pasado la cuento entre las mejores, porque hubo una pugna genial con Nasser, era un país nuevo y la pude compartir con un nuevo copiloto. Era el momento ideal para decir adiós, pero al final Audi me ha propuesto un reto interesante y no he podido negarme. Quiero ser parte de esta aventura".
El francés es consciente del desafío que supone el estreno del Audi RS Q e-tron en el Dakar. Aunque han realizado varias jornadas de test en los desiertos árabes, la dureza de la propia carrera llevará al vehículo de la firma de los cautro aros a límites desconocidos: "El Dakar es el banco de pruebas más complicado. Cabe prever que tendremos problemas de sobrecalentamiento de las baterías, de los motores o de la electrónica".