Antes de enfrentarse a las dunas de Arabia Saudí, el EBRO s800 XRR ha recibido hoy su impulso más valioso: el aliento de las personas que han hecho renacer la marca. Esta mañana, la plantilla de EBRO Factory en la Zona Franca de Barcelona ha hecho un alto en la producción para ofrecer una emotiva despedida al coche y a su piloto, Laia Sanz, antes de que el equipo embarque rumbo al Rally Dakar.
En una imagen cargada de simbolismo, cerca de 300 trabajadores, entre operarios, ingenieros y directivos, han rodeado el prototipo de competición al final de la línea de producción donde se fabrican los modelos de serie s400, s700, s800 y s900. El acto ha servido para visibilizar que el desafío del Dakar no es solo una aventura deportiva, sino un reto colectivo que lleva consigo el orgullo, el esfuerzo y el éxito del renacimiento industrial de la marca.
Para Laia Sanz, que afronta su 16º Dakar y el primero como piloto oficial EBRO, el calor de la plantilla ha supuesto una inyección de energía extra: "A veces, cuando estás en la carrera, puedes olvidar la magnitud de lo que hay detrás de este volante. Actos como el de hoy te recuerdan por qué corres. Saber que llevo el empuje, el trabajo y la ilusión de todas estas personas conmigo en el habitáculo es una responsabilidad, pero sobre todo es un orgullo. En el desierto no estaré sola; corremos con toda la fuerza de la fábrica EBRO".
Rafael Ruiz, presidente de EBRO EV MOTORS, ha señalado el vínculo entre los trabajadores y el equipo del Dakar: “Quiero agradecer el esfuerzo, el compromiso y la paciencia de todos los trabajadores durante estos cuatro años hasta que hemos reactivado la planta de Zona Franca. Su implicación ha sido clave en el proceso de reindustrialización. Poder vincular a la plantilla con el equipo de competición es algo muy especial, porque este proyecto también es suyo y refleja todo el trabajo que hay detrás”.
Por su parte, Pedro Calef, CEO de EBRO Motors, ha querido destacar el valor de la unidad ante el gran reto: "Este coche es la bandera de todo lo que estamos construyendo aquí. Cuando Laia tome la salida el 3 de enero, no solo estará representando a un equipo deportivo, estará representando la capacidad, la tenacidad y el talento de cada uno de los trabajadores que han hecho posible que EBRO vuelva a ser una realidad industrial. Hoy es un día para celebrarlo todos juntos, el equipo del Dakar y los trabajadores de la fábrica".
Tras la foto de familia, el equipo EBRO Audax Motorsport ha iniciado el traslado de los vehículos de competición y de asistencia hacia la localidad de Santa Susanna, donde se ha establecido la base para pasar las verificaciones técnicas y administrativas. Posteriormente, se han dirigido al Puerto de Barcelona para embarcar en el buque que transportará a toda la caravana europea del Dakar hasta Yanbu.
La próxima vez que el motor del EBRO s800 XRR vuelva a rugir será ya en suelo saudí, el día 1 de enero, para realizar el último shakedown antes del inicio de la carrera más dura del mundo, que se disputará del 3 al 17 de enero.