Se acabó el Rallye de Portugal para Jan Solans y Pepe López. Después de sus abandonos en la primera etapa disputada ayer, los dos pilotos del Rallye Team Spain no han tomado la salida de la segunda jornada que acaba de ponerse en marcha.
El catalán del Citroën Rally Team ha decidido, junto a su equipo, no salir a los tramos de hoy debido a unas molestias, fruto del vuelco en el TC-5, en una de sus muñecas. Pese a que se encuentra bien, el de Matadepera ha preferido no arriesgar y recuperarse a fondo para hacer frente con las máximas garantías el próximo Rallye de Italia-Cerdeña.
El pequeño de los hermanos Solans cuajó una actuación sensacional en su regreso al Mundial, tomando el mando del WRC3 después de la salida de Pepe López y liderando con autoridad la categoría de bronce hasta que una delicada horquilla a izquierdas le catapultó, volcándole su C3 Rally2. Pese a la decepción, el mensaje ya está enviado.
Pepe tampoco se reengancha
Al igual que su compañero en el equipo de la federación, Pepe López ha decidido no reengancharse a la carrera hoy. El madrileño, que fue el primer líder del rallye en el WRC3, abandonó en el segundo tramo de ayer cuando también volcó su Skoda Fabia Rally2 Evo.
Pese a que los desperfectos del coche checo podrían haber sido reparados por el equipo RaceSeven, el vigente campeón nacional prefirió no seguir la carrera lusa para conservar la mecánica de su vehículo y, como Jan Solans, empezar a pensar ya en su próxima cita mundialista en la isla de Cerdeña.
Su participación en tierras portuguesas fue más bien corta, pero al igual que el catalán Pepe López dejó su sello en una categoría donde el ritmo es muy alto y nadie regala nada. Con esas buenas sensaciones, de saber que tiene el potencial para pelear por los primeros puestos es con lo que se debe quedar López de su experiencia en la cita con sede en Matosinhos.
Aunque ninguno de los dos pudo continuar en carrera, las actuaciones de Jan Solans y Pepe López fueron un gran soplo de aire fresco para la afición española, que pudo confirmar, una vez más, que el relevo generacional de Dani Sordo es una realidad. Sólo la fortuna y -ojalá- los presupuestos podrán servir de trampolín a estos pilotos para labrarse una larga trayectoria en el Mundial de Rallyes. Que así sea.