Experiencia al poder. Andreas Mikkelsen, formando equipo con el veterano Ola Floene, ha sido el claro dominador de la categoría del WRC2 en el Rallye Monte-Carlo. Al volante de un Skoda Fabia Rally2 Evo del equipo TokSport WRT, el vikingo ha regresado por la puerta grande al Campeonato del Mundo.
Liderando de principio a fin, el ex de Volkswagen y Hyundai ha ganado, además, el Power Stage. Para muestra de su superioridad, se ha llevado los cinco puntos extras después de haber sufrido una pequeña de salida de pista sin consecuencias. 30 puntos y presentada la candidatura al título del WRC2.
El único piloto que en ocasiones ha sido capaz de rodar en el ritmo del noruego ha sido el segundo clasificado, Adrien Fourmaux. Pese a un pinchazo en la etapa de ayer, el de M-Sport Ford ha conseguido brillar con su Fiesta Rally2 en una temporada en la que compaginará su programa en esta clase con salidas puntuales con el Fiesta WRC. Tras lo visto en Monte-Carlo, rodando en muchas ocasiones por delante de Gus Greensmith, los de Malcolm Wilson no debería tardar mucho a contar con el francés.
El tercer puesto ha caído en manos de Eric Camilli. Con un C3 Rally2 del equipo Sports&You, el también francés -ganador aquí el año pasado en WRC3-, ha vuelto a la competición yendo de menos a más, aunque sin opciones reales a competir contra Mikkelsen y Fourmaux en los tramos monegascos.
En su primera experiencia en el ‘Monte’, Marquito Bulacia, compañero de equipo de Mikkelsen, ha terminado cuarto por delante del americano Sean Johnston y el italiano Enrico Brazzoli.