Estas Navidades desconocía si recibiría el regalo del Dakar un año más. Figuraba en la lista de inscritos, pero su participación dependería de un test negativo que asegurase que había superado la covid-19. La fecha del raid saudí se aproximaba y la incertidumbre se acrecentaba... hasta que el día 28 de diciembre la enfermedad le dijo adiós y le permitió volar hacia Jeddah para ponerse a los mandos de su Toyota GR DKR Hilux T1+.
Pero Giniel de Villiers siente todavía los efectos del virus, y no solo en el aspecto físico: "Me dejó algo tocado toda la historia de mi test Covid y creo que voy a necesitar uno o dos días para tener la mente despejada y estar al 100%. No ha sido fácil empezar así", reconocía el sudafricano al término de los 19 kilómetros cronometradas de la etapa prólogo, en la que finalizó octavo a 50" del líder, su compañero Nasser Al-Attiyah.
El vencedor del Rally Dakar 2009 arranca la presente edición cumpliendo con el objetivo de no errar tan temprano y en especiales que siempre esconden peligros: "Solo quería hacer una etapa sin problemas, pero en una curva casi golpeamos una gran piedra. Había que tener mucho cuidado en la parte montañosa. Todavía me encuentro un poco oxidado y debo aumentar la velocidad, pero estoy contento con este primer tiempo".