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Carlos Sainz recogió hace unos días el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2020, un logro que solo unos pocos pilotos de competición a nivel mundial – como Fernando Alonso o Michael Schumacher – han conseguido a lo largo de la historia. Sainz quiso dar las gracias a todo el mundo en su discurso, centrado en agradecer a todos los que le han acompañado en una carrera deportiva ejemplar.
A principios de este año la Real Federación Española de Automovilismo impulsó la candidatura de Sainz al Premio Princesa de Asturias de los Deportes, coincidiendo con los treinta años de su primer título mundial junto a Luis Moya y el equipo Toyota con aquel mítico Celica ST165. A mediados de junio ‘Matador’ fue galardonado con el premio, no solo concedido por su carrera deportiva sino también por su ejemplo como persona y ejemplo de superación constante.
A sus 58 permanece al pie del cañón, habiendo logrado un segundo puesto con X-Raid y Lucas Cruz en el Rallye de Andalucía. Juntos afrontarán el Dakar 2021 en Arabia Saudí, siendo tres veces campeón de la prestigiosa prueba de raids (lo lograron en 2010 con Volkswagen, 2018 con Peugeot y 2020 con X-Raid Mini).
He aquí el discurso íntegro de Sainz cuando recogió el premio en la ceremonia presidida por la Familia Real:
“Majestades, Altezas, Premiados, Miembros del jurado,
Señoras y señores,
Durante los últimos días he dado más vueltas a este discurso que kilómetros he competido en un coche de rallies y finalmente he llegado a la conclusión de que hoy es un día para decir GRACIAS.
GRACIAS a la Fundación Princesa de Asturias y a todos los miembros del jurado por otorgarme este premio tan único y especial. Soy consciente de la gran cantidad de deportistas que podrían estar hoy aquí en mi lugar, por lo que haber sido elegido supone un tremendo orgullo para mí.
GRACIAS a toda la Familia Real por el apoyo incondicional y cariño que durante tantísimos años han mostrado al deporte en general y a todos los deportistas españoles en particular. Su determinación y compromiso han sido esenciales para fomentar en nuestro país los valores y el amor por el deporte, para apoyar a miles de jóvenes en sus disciplinas y para que nuestra bandera haya ondeado en lo alto de innumerables podios por todo el mundo. La Casa Real ha sido y sigue siendo nuestro mejor embajador.
GRACIAS a toda la afición por su pasión y sus incansables ánimos. En este año tan complicado quiero hacer partícipes de este premio a todos los españoles y compartir con ellos mi sentimiento de alegría y agradecimiento. A lo largo de mi carrera deportiva he vivido momentos difíciles que siempre he podido superar con la ayuda y el calor de la afición. Cualquier deportista sabe lo importante que es el apoyo de sus compatriotas y hoy me atrevo a culparles en gran parte de que hoy este aquí recogiendo este premio.
GRACIAS a mis padres, Antonio y Julita, a quienes mando un fuerte beso desde aquí, por haberme inculcado el espíritu de superación y enseñado la importancia del esfuerzo personal. A mi mujer Reyes y a mis tres hijos Blanca, Carlos y Ana, que han querido estar hoy aquí acompañándome y son mi mayor motivación. Sin vuestro apoyo y sobre todo sin vuestra comprensión, no podría seguir en activo a mis 58 años y, por tanto, este premio lo considero tan mío como vuestro.
Y por supuesto GRACIAS a todas aquellas personas y equipos que de una u otra manera han formado parte de mi larga carrera profesional, y especialmente a los más cercanos, que siempre habéis estado a mi lado.
Para finalizar, me gustaría aprovechar esta oportunidad para enviar un mensaje de ilusión y optimismo, sobre todo a los más jóvenes. Hace mucho tiempo, cuando era un niño, soñaba con ser piloto y levantar trofeos. Un sueño ambicioso, un sueño que parecía inalcanzable. Muchos años después, tras dos Campeonatos del Mundo de Rallies y tres títulos del Dakar, ese sueño continúa más vivo que nunca y es el que me empuja a seguir compitiendo al más alto nivel.
Desde aquí os animo a que persigáis vuestros sueños con confianza, a que luchéis por ellos, a que la ilusión os guíe en vuestras decisiones y que el esfuerzo, el sacrificio y la valentía sean vuestra bandera. No será fácil, no os lo van a regalar, pero recordad que los sueños se pueden cumplir y, sobre todo, evitad el remordimiento de no haberlo intentado.
Escuchad con atención y respeto a los veteranos, a quienes también animo a adaptarse a los nuevos tiempos y a seguir activos disfrutando con pasión de la vida.
Concluyo felicitando a todos los premiados en las diferentes categorías y mandando todo mi apoyo a las personas que se han visto afectadas por esta terrible pandemia que, sin duda, seremos capaces de vencer entre todos, unidos y con responsabilidad.
Muchas gracias.”