Yohan Rossel lleva años mostrándose como uno de los principales nombres de WRC2, categoría de plata del Mundial de Rallyes. El piloto francés es el rival a batir en las pruebas de asfalto, donde domina junto a su Citroën C3 Rally2 de forma asidua.
Su nivel no solo se demuestra en asfalto, pues la mejora de Citroën en tierra le ha permitido luchar por triunfos también en esta superficie, lo que le coloca como uno de los favoritos a la lucha por el título desde hace ya un par de temporadas.
El actual líder del WRC2, con victorias en Monte-Carlo y Canarias, ha comentado sus expectativas de futuro, así como sus deseos de ascender a la máxima categoría del WRC.
"Creo que merezco la oportunidad", comentaba de inicio el propio Rossel. "Mi copiloto, Arnaud Dunand, también, creo que trabajamos como un equipo de Rally1. Tenemos las condiciones, pero no sabemos si el nivel para ser campeones del WRC, pero sin una oportunidad nunca lo sabremos". Como viene siendo normal en las últimas temporadas, la falta de oportunidades en la máxima categoría no permite ascender de forma factible a los pilotos de Rally2, a no ser que cuenten con importante apoyo financiero.
"Mi filosofía era y es ganar todo antes de subir a un Rally1. No hemos ganado WRC2, pero si muchos rallyes y luchamos por la victoria en todas las superficies, pero por ahora la situación del WRC es la que es", añadía el francés de Citroën Racing.
La meta sigue siendo la misma, pero la dificultad de ascender y la imposibilidad de hacerlo junto a Citroën complican, y mucho, sus opciones. "Mi objetivo es estar en un Rally1, y mi sueño. Después, cuando llegue, mi sueño será ser campeón del mundo, pero por ahora mi sueño es simplemente tener una oportunidad".
"El plan ahora es seguir en lo más alto de WRC2, en todos los niveles, para estar listo de cara a 2027. Sin duda, si quieres ser un verdadero campeón del mundo, necesitas estar en un Rally1", añadía el piloto francés, quien tiene claro los pasos a seguir, asumiendo que WRC2 es solo un paso hacia lo verdaderamente importante, la clase máxima.
