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Hace unos días, el pasado 14 de noviembre, se conmemoró el décimo aniversario del mayor éxito deportivo de Xevi Pons: su título en la categoría SWRC en el campeonato del mundo de la especialidad. Aprovechando esta efeméride tan especial, Revista Scratch contactó con el piloto de Manlleu para que compartiese con nuestros lectores las vivencias que guarda con tanto cariño en su memoria.
“Lo recuerdo muy bien”, comienza Pons. “Fue un año muy guapo, con un proyecto muy chulo en el equipo Nupel, con Luis Moya de director deportivo, Alex Haro…fue una temporada especial. Además, tuvimos rivales muy duros, con cinco o seis pilotos que podían en cualquier rallye”.
El que ex piloto oficial de Subaru y compañero de equipo del mismísimo Sébastien Loeb en Kronos Racing en 2006, se emociona recordando al equipo Nupel. “Correr el Mundial, seguir el campeonato, tener un proyecto sólido…era increíble”, explica. “Venía de 2008 y 2009 de estar medio retirado, corriendo poco, y entonces Jorge Dorribo me dio la posibilidad de hacer todo un mundial. Fue la bomba. Lo mejor fueron las primeras carreras, empezar ganando y viendo que estaba en forma para competir contra los mejores de la categoría SWRC”.
“El proyecto fue espectacular, en el Mundial estábamos dentro del equipo M-Sport…”, añade el catalán. “La anécdota fue que a la primera carrera en México llegamos sin hacer test. Pude rodar 40 km antes del rallye por primera vez con el Ford Fiesta S2000, nunca antes lo había conducido… ¡y después vamos y ganamos! La gente se pensaba que en el proyecto Nupel había barra libre, pero no. La suerte fue que nos adaptamos muy rápido al S2000”.
La losa, al fin, cayó
Hablando con Xevi Pons sobre el 2010, justo ahora, en un año tan atípico y marcado por la pandemia de Covid-19, uno nota como hay momentos en la vida de una persona que marcan para siempre.
Al preguntarle sobre qué sintió al completar aquel Rallye de Gales donde cantó el alirón, Pons no podía definirlo mejor: “La sensación que tuve, y que nunca olvidaré, fue de liberación. Tuve años buenos con los equipos oficiales del WRC, pero me quedé con las ganas de seguir”.
“Estuve dos temporadas corriendo el Nacional con lo que podíamos, casi a punto de retirarme. Pero llegó el 2010 y fuimos campeones de la segunda categoría más importante del Mundial, fue como demostrarme a mi mismo de que podía hacerlo bien”, termina un Pons al que se le acelera el pulso por la emoción vivida en aquel lejano, pero bonito, 2010.