La división de bronce se renueva. Con todos los vehículos de la categoría Rally2 puntuando a partir de esta temporada en los subapartados de WRC2, los Rally3 recogen el testigo en WRC3. La última reestructuración de las categorías de apoyo del Mundial de Rallyes otorga más protagonismo en la esfera internacional a unos coches fundamentales en el desarrollo de los jóvenes talentos y su introducción en los tracción total.
Cuatro unidades Ford Fiesta tomarán la partida este fin de semana en el 90º Rallye de Monte-Carlo. A diferencia de en WRC3 Junior, ningún límite de edad restringirá a los participantes en la remodelada WRC3. Esto propicia una mezcla de juevntud y experiencia entre los aspirantes al título. Las promesas que se curten con vistas al futuro contra los vastos conocedores de los entresijos del deporte.
El finlandés Sami Pajari, vigente campeón del anteriormente denomindo WRC Junior, asciende un peldaño en la pirámide del certamen y ya no se medirá solamente con pilotos de su edad. En la cita monegasca se enfrentará a Enrico Brazzoli, un entusiasta que acumula dos décadas de competición en su historial. Después de completar las dos últimas con un Škoda Fabia R5, el italiano ha decidido descubrir los Rally3.
Avalado por sus kilómetros con el Ford Fiesta Rally3, Zoltán László tratará de aplicar las lecciones aprendidas en sus apariciones ocasionales en el campeonato y, sobre todo, aprovechar ese millaje para marcar diferencias con sus rivales en la fase inicial de la campaña. La lista de inscritos en WRC3 la completa el checo Jan Cerný, también proveniente de vehículos mecánicamente superiores como el Škoda Fabia Rally2 Evo.
