El director deportivo del equipo Toyota Gazoo Racing WRT, Tommi Mäkinen, analiza si el reemplazo de los actuales World Rallye Cars por los ‘Rally1’ en 2022 como vehículos de la clase reina del WRC, generará la esperada reducción de costes.
Pues bien, en opinión del tetracampeón del mundo (1996-1999) los resultados no serán los esperados. El mito finés reitera que los cambios normativos que inaugurarán una nueva era en la competición no van a lograr su objetivo. Éste no es otro que abaratar los gastos de la especialidad en lo relativo a los vehículos, principal fuente de inversión de las escuderías.
“A pesar de que existirán un buen número de elementos en los coches menos costosos que los de los coches actuales, el precio total será más alto por culpa del motor eléctrico y del sistema de baterías. El precio total va a aumentar. Si hay una cosa clara es que los 'Rally1' no serán más baratos”.
Precisamente, el eje central sobre el que pivotará la nueva era del Campeonato del Mundo de Rallyes en un par de temporadas, serán esos coches propulsados por tecnología híbridos denominados ‘Rally1’. Los rectores del certamen han planteado la entrada de la tecnología híbrida como gran baza para el recorte de los presupuestos de los equipos.
Cabe recordar que los ‘Rally1’ contarán con un tren motriz compuesto por el Global Race Engine (GRE), un propulsor de 1.6 litros, cuatro cilindros y un sistema híbrido desarrollado por Compact Dynamics.
En teoría, el empleo de diversos elementos comunes debería compensar el elevado coste de dichas unidades de potencia, al tiempo que la reglamentación también establece la simplificación aerodinámica y de los sistemas de suspensiones.
Persiguiendo ese mismo objetivo, desaparecerá el diferencial central al tiempo que se usará una transmisión de cinco velocidades. Precisamente, ese equilibrio entre el nuevo motor híbrido y los componentes comunes o simplificados deberían hacer que el precio final de los ‘Rally1’ no excediera el medio millón de euros, un 35 por ciento más baratos que los vigentes World Rally Cars.
Sin embargo, Mäkinen ha cogido la calculadora y los números no le cuadran. Será cuestión de esperar para ver si el ex corredor escandinavo tiene razón o no.