Thierry Neuville cometió el error que nadie imaginaba. El belga, con una primera posición afianzada, subestimó la suciedad de una curva y terminó atascado en una profunda zanja y pidiendo ayuda a sus aficionados. Entre todos consiguieron devolver su Hyundai i20 N Rally1 a la carretera, aunque para nada. El daño ya estaba hecho. Unos metros más tarde, el ídolo local se detenía en un cruce. Adiós al segundo triunfo en casa.
El accidente del cinco veces subcampeón otorga la batuta de mando a Ott Tänak. El estonio, con los problemas de transmisión de su coche subsanados, dejó un recado a su compañero al término del día: "Creo que no nos deberíamos pelear dentro de nuestro propio equipo, sino con los demás. No sé qué pensaba esta mañana diciendo que me había inventado una avería". ¿Es este el nacimiento de una nueva rivalidad?
El campeón del mundo de 2019 defenderá mañana una renta de poco más de ocho segundos sobre Elfyn Evans. La salida de carretera de Neuville cambia el panorama en el Ypres Rally. Los niveles de emoción se han disparado en el noveno evento del Campeonato del Mundo. Hay más que un triunfo en juego. El incidente de Kalle Rovanperä en la etapa de ayer les da la oporunidad de acortar distancias en la tabla de puntos.
En una inesperada tercera plaza marcha Esapekka Lappi. El objetivo del finlandés para la jornada de mañana es terminar con su Toyota GR Yaris Rally1 de una pieza después de lo acontecido en Finlandia. Por detrás del nórdico pugnan por el cuarto puesto dos jóvenes en tendencia ascendente. Oliver Solberg, sacando tajada de la penalización de veinte segundos que lastra a Adrien Fourmaux, tendrá un considerable colchón a su favor.