Stéphane Lefebvre competirá por primera vez esta temporada en el Mundial de Rallyes en el Tour de Córcega, siendo el estreno a nivel mundial del nuevo Citroën C3 R5. Citroën Racing ha confirmado dos pruebas más para el joven francés y su copiloto Gabin Moureau: el Rallye de Portugal en el mes de mayo y el Rallye de Cerdeña, en el mes de julio.
El objetivo que tiene tanto Lefebvre como la marca de los dos chevrones es el de tratar de pelear por el título de la categoría WRC2 con el nuevo C3 R5 para demostrar el potencial de la nueva máquina. Por ello, se espera que Lefebvre esté disponible en cuatro eventos más, de los cuales Finlandia, Gales o Alemania son firmes candidatas a estar en su programa de este año.
La primera prueba de fuego tendrá lugar en Córcega, tanto por parte de Lefebvre como piloto oficial como por Yoann Bonato (campeón de Francia de rallyes de asfalto), que llevará una segunda unidad. El listón principal serán los Skoda Fabia R5 oficiales, los que han marcado el ritmo de manera constante desde que desembarcaron en el WRC2 a mediados de 2015. Córcega ha sido también uno de los sitios donde se ha probado el C3 R5, además de carreteras de gravilla y asfalto en el sur de Francia o unos caminos de tierra en la región barcelonesa de Cardona.
Como todos los coches R5, el C3 R5 tendrá en sus primeros dos años de vida un total de cinco jokers de homologación para repartir (en función de las necesidades o carencias que vea Citroën Racing) y otros cinco una vez pasen esos dos años. Al tener esta limitación en su desarrollo, es vital que el rendimiento y la fiabilidad de este nuevo coche, sucesor del DS3 R5 y emparentado a nivel de tecnología con el C3 WRC (llevan ambos una caja de cambios Sadev, entre otros elementos comunes), sea la óptima desde un primer momento.