Hace ya más de una década que Ford se retiró a nivel oficial del Mundial de Rallyes, dejando a un lado ese 'retorno' entre comillas, parcial, con Ford Performance apoyando a M-Sport en 2017. Pese a que las raíces de la marca del óvalo son evidentes en los rallyes, los intereses parecen estar muy alejados de los tramos en la actualidad.
Hace apenas unas horas, Ford anunciaba no sólo su continuidad en el WEC y en otros campeonatos con sus Mustang GT3, como la GT World Challenge o el DTM, sino que competirán con un Hypercar a partir de 2027 en el Mundial de Resistencia. Competirán con un LMDh, de la misma manera que lo hacen Porsche, Cadillac, Alpine, BMW, Lamborghini y, en la IMSA, Acura, midiéndose ante los LMH de Ferrari, Toyota, Peugeot y la recién llegada Aston Martin.
Siendo esto una gran noticia para el automovilismo al entrar otra marca en una categoría que sigue al alza (y esperemos que siga así, aunque la resistencia siempre ha tenido sus rachas buenas antes de tener rachas malas en cada ciclo o era), no es el único foco de Ford. Además de volver a medirse a Ferrari en Le Mans, continuará en Supercars junto a Triple Eight como equipo oficial. Seguirán en la NASCAR, volverán a Pikes Peak, tienen su proyecto en el Dakar con la Ford Raptor T1+, sin olvidarnos de su rol como motorista de Red Bull Racing en Fórmula 1 a partir de 2026...
En estos años, sólo el ímpetu de Malcolm Wilson, Richard Millener y todo el equipo que lideran desde Cumbria para el mundo les ha mantenido en pie. Tanto el Ford Fiesta WRC como el Ford Puma Rally1 nacieron con muy buena base frente a sus rivales 100% oficiales, pero sin la misma capacidad de desarrollo es casi imposible seguir esa carrera de desarrollo. Hoy día, prácticamente hay que esperar una carambola o una posición de salida muy favorable para ver a un Puma Rally1 en puestos de podio.
Por no hablar de su repertorio de pilotos, siendo Adrien Fourmaux su gema más reciente que ya se ha quedado Hyundai. ¿Elfyn Evans? ¿Thierry Neuville? ¿Ott Tänak? Todos ellos se han curtido en M-Sport antes de fichar por Toyota y/o Hyundai, con muchos más recursos. Sébastien Ogier recaló dos años allí tras la marcha repentina de Volkswagen Motorsport y, si Ford Performance hubiera apoyado más y mejor a M-Sport como tenía prometido, seguramente se hubiera quedado en lugar de probar en Citroën. Y, sin cierto comentario durante el RallyRACC 2019, quien sabe si Citroën hubiera seguido en el WRC (seguramente no, ante el atractivo del WEC donde están ahora con Peugeot).
No es malo que una marca tenga tantos proyectos en competición, evidentemente - tanto para el espectador como a nivel de desarrollo. Ahora bien, se echa de menos precisamente en una categoría donde siguen siendo icónicos. En parte, esto tenía poco remedio cuando se decidió poner punto y final a la producción del Fiesta en Alemania, dejando lugar para la producción de unos Explorer EV y Capri EV cuya entrada al mercado no ha sido quizás la deseada, teniendo que reducir turnos ya en los primeros meses de producción.
Esto pone aún más valor al ímpetu de M-Sport de seguir fabricando los Fiesta de rallyes, tanto el Rally2 como los Rally3 y Rally4 que salen de M-Sport Polonia, con su propia copa monomarca dentro del Europeo de Rallyes (Fiesta Rally3 Trophy). Es también por ellos, en cierto sentido, que los Rally1 actuales se han vuelto más 'sostenibles' al eliminar la parte híbrida. Sienta bien tener a Ford tan fuerte en competición, pero se les sigue echando de menos en los tramos, donde antaño nos maravillaron con sus Escort de diferentes generaciones, su RS200 ahora objeto de culto, sus Sierra, Focus... echamos de menos aquellas Fiestas, sin duda.