Ayer decidió descartarse del grupo de favoritos a la victoria en el Rally de Portugal. La falta de tiempo con el Ford Puma Rally1 en la superficie y el parón de cuatro meses desde su triunfo en Monte-Carlo le hicieron pensar que sería imposible luchar de nuevo por el peldaño más alto del podio. Su adelantada posición en el orden de salida tampoco fomentaba el optimismo, pero Sébastien Loeb lo ha vuelto a hacer.
El alsaciano completa la primera sección del viernes al frente de la clasificación general. Sorprendió a todos en la última especial de una mañana tremendamente igualada. En las anteriores recuperó sensaciones y en ella atacó sin concesiones. Mientras sus rivales sufrían con el desgaste de neumáticos, el nonacampeón del mundo disfrutó de un agarre consistente en los suyos. Remontó seis posiciones de una tacada.
Elfyn Evans, que había comenzado la jornada con un contundente scratch, perdió toda su ventaja en 'Arganil', el tramo que mayores diferencias ha marcado. No se sintió cómodo con el bajo nivel de grip y cedió el liderato al piloto de M-Sport por medio segundo. Thierry Neuville también aprovechó las condiciones de esa cronometrada para ascender del octavo al tercer lugar, aunque lamentando demasiada gestión.
Ott Tänak arribó al ecuador del bucle matinal como la amenaza más próxima de Evans, pero terminaría desplomándose en la tabla debido a problemas con el balance de su Hyundai i20 N Rally1. A pesar de ello, el estonio marcha cuarto a 5.7" de Loeb. El top cinco lo cierra Kalle Rovanperä, empatado a la décima con su predecesor. El finlandés ha salvado con nota una de las partes más difíciles del fin de semana.
Sébastien Ogier, sexto, tampoco pierde el contacto con el grupo de cabeza. El vigente campeón no consigue extraer el potencial del Toyota GR Yaris Rally1. En estos momentos admite que "no puedo ir más rápido". Craig Breen rueda justo a su espalda y muy lastrado por filtraciones de polvo en el habitáculo de su Ford Puma Rally1. Hay zonas en las que, de tanta acumulación, el irlandés no ve absolutamente nada.
Takamoto Katsuta ha definido su mañana como una "montaña rusa". El japonés, octavo, supera en 2.1" a un Dani Sordo que recupera parte del terreno que ayer se dejó en la superespecial urbana. Al cántabro le separan quince segundos de Loeb y poco más de diez del cuadro de honor. Una errónea monta de neumáticos en el TC-2 le penaliza. Los Ford de Gus Greensmith, Pierre-Louis Loubet y Adrien Fourmaux le persiguen.