Incansable. Si hoy estamos celebrando el 59º cumpleaños de Carlos Sainz, un auténtico incombustible y leyenda de los rallyes, ahora toca hablar de otro mito: Sébastien Loeb. El francés, que esta campaña se ha centrado en el Dakar con Prodrive y en el equipo de Lewis Hamilton de la Extreme E junto a Cristina Gutiérrez, sigue sin cerrar la puerta a un regreso al WRC.
Tras finalizar en 2020 el contrato de dos años que le unía a Hyundai Motorsport, el francés vería con buenos ojos disputar algunas pruebas sueltas del Campeonato del Mundo el próximo año.
“No lo pensé. Pero tal vez. No lo busqué. Lo principal para mí este año es el Dakar y la Extreme E, estos son los dos programas principales para mí”, contestó el piloto de Haguenau al ser preguntado por el medio norteamericano DirtFish.
"Tal vez si alguien me llama…si Malcolm Wilson me pide que corra un rallye y me necesita, ¿por qué no? No iré a Finlandia, pero Turquía fue bueno para la memoria el año pasado”, añadió el francés.
Déjà vu
De producirse, el equipo M-Sport Ford podría trabajar, por fin, con su gran acicate en la década pasada cuando Loeb logró nueve títulos mundiales consecutivos con Citroën imponiéndose, en la mayoría de ellos, a los pilotos dirigidos por Malcolm Wilson.
De hecho, el nueve veces campeón del WRC estuvo muy cerca de fichar por M-Sport a finales de 2005, cuando el equipo Citroën se tomó un año sabático en 2006 para preparar su regreso con el C4 WRC en 2007. Loeb llegó a viajar a la sede del equipo británico, entrevistándose con Wilson y probando un Focus RS WRC04, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto y el resto es historia conocida.
“¡Es bueno saber que todavía está interesado! Obviamente, mi prioridad es poner en marcha la alineación de pilotos a tiempo completo. Pero esto es, sin duda, algo que veremos. Séb es alguien con quien siempre me mantendría en contacto”, contestó el propio Malcolm Wilson a DirtFish sobre la posibilidad que dejó abierta Loeb.