Sean Johnston, el portador del bigote más carismático en la división de plata del Mundial de Rallyes, regresa la próxima semana a Estonia con la firme intención de desquitarse de la salida de carretera del año pasado. El piloto del Saintéloc Junior Team marchaba dentro del top diez cuando perdió el control de su Citroën C3 Rally2 y sufrió un vuelco que le ocasionó varias lesiones. Ese percance ya está dentro del baúl de los recuerdos.
"Ha llegado la hora de cobrarse revancha en Estonia. El accidente del año pasado fue bastante importante, pero estoy con ganas de que llegue el evento. Los golpes son parte del deporte y ese ya forma parte del pasado", afirma el estadounidense, que retorna al continente europeo con una segunda posición que jamás olvidará en el Safari Rally de Kenia, una de sus pruebas favoritas y la de casa para su copiloto Alex Kihurani.
"Ir a Estonia con el resultado del Safari es positivo y estoy muy orgulloso de lo que Alex y yo conseguimos Kenia. Definitivamente merecíamos ese resultado. ¡Qué locura de rally! Quizá habría sido bonito tener alguien con quien pelear, pero había mucho trabajo que hacer solo para llegar a la meta y sobrevivir con nuestro Citroën es todo un logro", asegura Johnston, que el sábado tomó la decisión de no salir al último tramo.