Ya desde el primer tramo cronometrado Kalle Ronvaperä llegaba a la meta y declara que no se encontraba cómodo, que no era capaz de lograr el ritmo deseado. Eso fue una constante hasta el domingo, cuando el finlandés dio un paso adelante mejorando en prestaciones y acercándose a la velocidad que le hizo campeón del mundo en 2023.
"El Rallye Monte-Carlo siempre es duro y este año lo ha sido especialmente. Para mí personalmente ha sido un fin de semana bastante difícil. No hemos tenido el resultado que queríamos ni el ritmo que queríamos, pero al final tenemos que estar contentos por haber conseguido unos puntos bastante buenos. Hoy no ha sido un mal día para nosotros: nos hemos esforzado al máximo, hemos sido constantes y ha merecido la pena. Muchas gracias al equipo, ahora a ver qué podemos hacer en Suecia", comentó.