Hace veinticinco años comenzó la era World Rally Car en el Mundial. En el Rallye de Monte-Carlo desvelaron las marcas implicadas en el certamen sus nuevos vehículos. El Subaru Impreza WRC 22B captó la atención de los aficionados con su estética. Además, ese fin de semana cautivó a los amantes del rendimiento con la victoria de Piero Liatti. Los nipones agrandaron la leyenda de un modelo que también brilló como Grupo A.
Prodrive, el preparador que construyó y desarrolló aquella montura, ha decidido conmemorar la efeméride con el denominado P25. La estructura británica implementará la tecnología más vanguardista en el renacimiento del Impeza WRC. El incremento de la potencia, la reducción del peso y la mejora de la manejabilidad convierten al P25 en una auténtica pieza de colección, tanto por exlusividad como por prestaciones.
Los de Banbury solo fabricarán veinticino unidades del P25, una recreación moderna que mantiene la esencia del Subaru Impreza WRC 22B. Su debut se producirá el próximo mes de junio en el Festival de Velocidad de Goodwood, uno de los eventos más reconocidos de Gran Bretaña. Peter Stevens y David Lapworth, diseñador y director técnico de la versión original, han sido los dos principales estandartes del resurgimiento.
"El Impreza 22B original es considerado uno de los modelos más icónicos de Subaru y ha sido considerablemente solicitado. Hemos querido realzar todo lo que hizo a este coche tan especial aplicando la tecnología más avanzada para crear nuestra propia interpretación moderna de un coche que se ganó un espacio en la historia del automovilismo", declaró David Richards, máximo responsable de Prodrive.