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Ole-Christian Veiby y su copiloto Jonas Andersson han confirmado su presencia en el Rallye Ypres, regresando por segundo año consecutivo a la prueba belga. Para la ocasión dejarán aparcado su Volkswagen Polo GTI R5 para subirse a un Hyundai i20 R5, pudiendo probar otra montura diferente – el año pasado Veiby también pilotó tanto el Citroën C3 R5 como el Skoda Fabia R5 en las pruebas que disputó dentro del Mundial de Rallyes.
El piloto gestionado por Even Management – de hecho su padre Erik es el máximo responsable de la empresa – participa este año en la categoría WRC2 con un Volkswagen Polo GTI R5, si bien este coche fue uno de los que se incendiaron hace unos días en el Rallye de Portugal. Esta temporada ha tenido resultados positivos, llegando a liderar la segunda división del mundial.
A finales de junio afrontará un reto diferente, en una fecha de cierto parón ya que de Cerdeña a Finlandia, la siguiente cita mundialista, existe un margen de mes y medio. Tras competir por primera vez allí en 2018, Veiby ya conoce las trampas que esconden los tramos de asfalto del evento belga, el cual puede convertirse en toda una odisea tan pronto empieza a sacarse barros de las cunetas hacia la trazada – y más aún si empieza a llover.
“Disfruté mucho el Rallye Ypres el año pasado, ¡la verdad es que es algo especial! Es un gran ambiente el que se vive en el rallye, hay que experimentarlo, es increíble. Ya antes de que completase el Ypres el año pasado por primera vez sabía que era un rallye difícil, en el cual necesitas mucha experiencia para rendir. Es rápido y lo más importante, tienes que alejarte de las zanjas peligrosas”, declaró Veiby.