El campeón del mundo de rallyes ha comentado en las últimas horas su decepción por los malos resultados obtenidos por el Citroën C3 WRC sobre el asfalto de Córcega, cuarta prueba puntuable del mundial. A pesar de haber ganado el 50% de los rallyes de 2019 el francés reconoce que aún queda trabaja por hacer.
"Esperábamos que el asfalto fuera una buena superficie para nosotros y el C3 WRC, pero en las primeras especiales del viernes, nos dimos cuenta rápidamente de que íbamos a pasar un fin de semana difícil. Nos faltaba el ritmo necesario para luchar con los más rápidos, ya que el coche estaba subvirando y carecía de agarre”, comentaba Ogier para WRC.com
A pesar de no poder luchar por los puestos de honor en el rallye de casa, Citroën se aprovechó de los problemas de Toyota para seguir en la segunda posición en el mundial de constructores tras sumar 19 puntos. Los franceses están en su mejor momento desde que se introdujeron los nuevos coches en 2017 pero deben mejorar en asfalto.
"En términos de puntos, el resultado fue muy positivo. Los diecinueve que marcamos son importantes para el campeonato y esa es la parte positiva del fin de semana. Pero no se puede ocultar el hecho de que hay que trabajar mucho para analizar un rendimiento que no cumplió con las expectativas y hay que encontrar una solución para el próximo rallye de asfalto”, comentaba Sebastien.