Lo ha vuelto a hacer. Malcolm Wilson ha conseguido, como en 2017, enrolar de nuevo en sus filas a Red Bull para hacer frente a la temporada con mayor cambio técnico de la historia de la especialidad. El resultado, cuanto menos llamativo, con una decoración que utiliza en su base tonos lilas ‘eléctricos’, así como los clásicos toros rojos de la bebida energética.
La llegada de Sébastien Loeb ha sido sin duda la clave para cerrar este patrocinio para el equipo británico en la nueva era del Mundial de Rallys con los vehículos Rally1 híbridos. El Puma es, respecto al Hyundai y el Toyota, mucho más espectacular en sus colores, aunque ahora estará por ver si esta decoración tan llamativa se aplica también al crono de la mano de Craig Breen, Adrien Fourmaux, Gus Greensmith y el propio Loeb.