El salto del Europeo al Mundial impone a la mayoría de pilotos. Aunque ambos certámenes comparten ciertas similitudes, el nivel al que ruedan los seguidores de la máxima competición internacional acostumbra a romper ilusiones. Los más confiados en sí mismos logran sobrevivir al cambio. Miko Marczyk, sastisfecho con su rendimiento en la esfera continental, apuesta por el ascenso con un Skoda Fabia Rally2 Evo.
El polaco nunca ha competido en el WRC, pero se siente preparado: "El año pasado mi progreso como piloto fue bastante bueno. Junto con mis patrocinadores y mi equipo decidimos que era una gran idea ir a por las especiales del Campeonato del Mundo. Espero que sea posible para nosotros rodar a buen nivel en WRC2, como hicimos en el ERC, pero lo más importante para mí es terminar todas las pruebas y conocer los tramos".
El integrante del Orlen Team deberá adaptarse a un nuevo entorno, por lo que los primeros eventos los aborda con cautela: "Tenemos muchísimas cosas que aprender. Estaremos usando neumáticos Pirelli y los bucles serán más largos, también los días. Va a ser tremendamente exigente, necesitamos ir al primer rally en Croacia y entender nuestra estrategia y posibilidades. Espero que nuestra experiencia en el ERC dé sus frutos".